Primer
aniversario del 11-S
Un año de estupor y autocensura
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El
profesor Fuentes cree que CNN no transmite nada que Estados
Unidos no quiera.
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Cristián
Fuentes y Gustavo González, académicos de nuestra
escuela, se refieren al carácter comunicacional de los atentados
y evalúan su tratamiento informativo a escala mundial.
El
sólo hecho de que hayamos visto a los aviones estrellándose
contra las torres gemelas y el Pentágono en "vivo y
en directo", y que éste haya sido, precisamente, uno
de los objetivos de los terroristas, nos indica el carácter
comunicacional de la mayor agresión perpetrada contra Estados
Unidos en toda su historia y que según las cifras oficiales,
dejó casi 3 mil muertos.
Según el profesor de las cátedras de Ciencia Política
y Relaciones Internacionales de nuestra escuela, Cristián
Fuentes, este impacto mediático se entiende porque "la
revolución tecnológica ha permitido que los medios
de comunicación conviertan en simultáneos, acontecimientos
que suceden a miles de kilómetros de distancia del espectador".
Además, como "se trata de un ataque a símbolos
de Estados Unidos, las imágenes son muy importantes por que,
como en toda lucha contra el terrorismo, el campo de batalla está
en la mente de los afectados".
No
es raro entonces que después de los ataques del 11 de septiembre
del 2001 haya surgido un verdadero debate entorno a la cobertura
periodística del hecho. Las críticas apuntan hacia
la manera en que se ha informado de lo ocurrido y hacia lo que se
ha dejado de informar, sobretodo en el medio televisivo. La discusión
se extiende desde la manifiesta autocensura del canal de noticias
norteamericano CNN -que ya había sido cuestionada por su
tratamiento de la Guerra del Golfo, en 1991-, hasta la veracidad
de los "golpes periodísticos" de Al Jazira, un
emergente medio qatarí, que ha estado en permanente contacto
con la organización Al Qaeda, culpada de los atentados.
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"Hacía
muchos años que Al Jazira estaba rompiendo el control
sobre la información que había en las monarquías
árabes", señala el profesor González.
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Para
el periodista y académico de nuestra escuela, Gustavo González,
el atentado ayudó a romper la imagen estereotipada que teníamos
sobre algunos medios. "Se decía que en Occidente era
la libertad de prensa absoluta y que no había autocensura,
pero quedó claro que los medios occidentales se autocensuran.
Se pensaba, por el contrario, que en los países musulmanes
no había posibilidades de desarrollar un periodismo realmente
libre", sostiene.
En
este sentido el profesional destaca el aporte de Al Jazira, "este
canal es un fenómeno prácticamente desconocido para
la mayoría de la gente que observa el tema de los medios
de comunicación en nuestros países, pero desde hacía
muchos años se veía como una cadena muy interesante
que estaba rompiendo este control sobre la información que
había en las monarquías árabes". Esto,
a pesar de que reconoce que existe un grado de afinidad cultural
entre la cadena televisiva y los supuestos terroristas, por su común
pertenencia al mundo musulmán.
Asimismo,
Cristián Fuentes cree que CNN no transmite nada que Estados
Unidos no quiera, aunque no se ejerza sobre ella la censura clásica
y más bien se recomiende y se sugiera o sus ejecutivos actúen
según el aparente parecer de la opinión pública
norteamericana. "Al Jazira, en cambio, transmite desde los
Emiratos Árabes Unidos, el cual no es pro Osama Bin Laden,
aunque el punto de vista árabe sea crítico de Estados
Unidos. Por tanto, Al Jazira no censura a Bin Laden y la CNN si
lo hace", agrega el académico.
Doble
estándar
A pesar
de que la mayoría reconoce que las imágenes de las
torres gemelas fueron lo suficientemente crudas y se critica su
excesiva repetición, según el periodista y académico
de nuestra escuela, Gustavo González, el tratamiento de la
violencia no ha sido equitativo por parte de los medios occidentales,
"canales como BBC O CNN no tienen inconvenientes en mostrar
imágenes crudas y desgarradoras cuando las cosas ocurren
en el Tercer Mundo, como por ejemplo multitudes famélicas
en el África Subsahariana o crueldades del movimiento guerrillero
en Colombia". En cambio aquí era una cuestión
casi de orgullo nacional, sostiene el docente, agregando que no
mostrar a ciudadanos norteamericanos heridos en su integridad física
era una necesidad de ir preparando tal vez instintivamente lo que
vendría después.
Por
último, otra de las grandes discusiones que se han dado a
nivel periodístico es acerca de la calidad informativa. Gustavo
González cree que los medios se han limitado a cubrir lo
más llamativo, dejando de lado temas tan importantes como
la violación a los derechos humanos y la discriminación
a los musulmanes y latinos en Estados Unidos.
El
profesional señala que, "transcurrido un año
del atentado, nadie se preocupa de la situación en que han
quedado los familiares de latinos inmigrantes en Estados Unidos
que murieron en el atentado, muchos de los cuales están reclamando
indemnizaciones y se niegan a dárselas porque dicen que no
presentaron las denuncias dentro de las 72 horas después
de los ataques o de lo que ocurre con los prisioneros talibanes
que están encerrados en jaulas en Guantánamo".
Al parecer estos no son temas que preocupan hoy.
Once sitios web periodísticos sobre
los atentados
Daniela
Estrada |
Miércoles
11 de septiembre, 2002
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