Habla
el autor de "Chancho Cero"El factor Peirano
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A
través de sus parodias, Peirano se ríe de un
tiempo felizmente superado.
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El
polifacético periodista aclara que su famosa historieta ya
no se inspira en la escuela en que estudió, pero no deja
de ironizar con las singularidades que ahí le tocó
vivir. Aquí, un repaso a los principales hitos de su carrera
y sus nuevos proyectos audiovisuales.
El
domingo 18 de agosto, una página completa del conspicuo Cuerpo
D llevaba un vistoso aviso color verde limón. "El Mercurio
se avergüenza en presentar 'Chancho Cero, el libro'",
decía el título del inserto que anunciaba con bombos
y platillos la primera recopilación de la famosa tira cómica
de la revista Zona de Contacto, suplemento juvenil del decano.
A dos
años de su aparición, este volumen -de 64 páginas
a todo color y papel de lujo- cuenta las primeras dos historias
de la serie cuyos protagonistas son los descerebrados estudiantes
de la ya mítica Escuela de Lobotomía de la Universidad
Nacional, cuyo mayor karma es tener que abandonar la comodidad de
los patios para utilizar sus escasas neuronas y ponerse a estudiar.
En
cada viñeta de su cómic, su creador, el periodista
Pedro Peirano, egresado de nuestra escuela, parodia los vicios más
comunes del ambiente universitario y de la sociedad en general.
Y nadie se libra de sus dardos. Ni los anónimos dirigentes
estudiantiles de turno ni personajes tan variopintos como Martita
Larraechea, Paul Schäffer, Douglas Tompkins o el ministro José
Miguel Insulza.
Aunque
el profesional adquirió mayor fama en programas como "Plan
Z" o "Factor Humano", su incursión en el mundo
de las historietas no es nueva. Se inició como dibujante
en el suplemento infantil ''Desafío al ingenio'' de Las Últimas
Noticias, donde dibujó ''Las aventuras de Toñito Talón''
y actualmente ilustra "Las excelentes aventuras de Timón
el legendario", para el suplemento homónimo de El Mercurio.
Pero sin duda su mayor logro es "Chancho Cero" y aquí
tratamos de escrutar sus orígenes y las razones de su éxito.
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Te esfuerzas en explicar que Lobotomía no es Periodismo en
la Chile, pero al leer el libro queda claro que está inspirada
en la escuela en que estudiaste, ¿en qué quedamos?
"Al
principio partió como una caricatura de la antigua escuela.
Es el territorio que yo me imagino cuando dibujo la serie, su locación.
Pero ya no es Periodismo en la Chile. Es casi una escuela imaginaria.
Además, después me empecé a dar cuenta que
las cosas que sucedían ahí eran parecidas a las de
individuos de otras carreras, principalmente humanistas de tiza
y pizarrón. Entonces se volvió mucho más universal.
Por eso inventamos Lobotomía, que tenía que ser una
carrera que significara todas las carreras. De hecho, siempre ha
habido la intención de que no sea Periodismo".
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"Los
mejores amigos de mi vida los hice en la escuela", asegura
el autor.
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¿Aún afirmas que Periodismo es una carrera rasca y
que aprendiste más en los patios?
"Encuentro
que es una carrera "charcha", pero no me arrepiento de
haberla estudiado. Al contrario, me encantó. Yo venía
del colegio, tenía 17 años y no conocía nada
del mundo. Y una parte de éste lo aprendí de la vida
en comunidad que se hacía en la escuela. Creo que el periodismo
es una técnica y, desde ese punto de vista, una carrera de
cinco años quizás no la encuentro demasiado justificable.
A uno le enseñan redacción y cómo comunicarse
con el público, pero lo principal se aprende en el trabajo
diario".
Peirano estudió a principios de los años noventa,
en una época en que nuestra universidad priorizó por
carreras científicas (representadas en el cómic como
Economización Económica) antes que las humanidades.
"Uno entraba con un gran puntaje a un abandono aún más
grande", sentencia, reconociendo que las cosas han cambiado
positivamente.
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A propósito del cambio que ha tenido la escuela, ¿no
has pensado en que Lobotomía también progrese y tenga
un nuevo edifico?
"Lo
he pensado, pero pienso que sería matar un poco a Lobotomía.
Quizás en algún futuro les van a hacer un edificio
nuevo. Eso sí, tendría que llegar a la conclusión
de qué pasa: si cambia todo o sólo la infraestructura.
Eso debo que investigarlo todavía. Pero, también he
pensado otras cosas. Hay muchos temas que nos gustaría tocar
si es que continúa la serie".
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Siempre temas relacionados con la actualidad, porque de eso se nutre
"Chancho Cero", ¿o no?
"Hubo
un período en que se nutrió mucho de la contingencia
y perdimos el sentido de los personajes. Entonces ahora estamos
volviendo a ellos, armando historias que no dependan tanto de la
actualidad, cosa de que si se leen en dos años más
no tengan chistes que hayan pasado totalmente de moda".
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Hablando de los personajes, ¿en quién te inspiraste
para crear al Moco Soto?
"Me
han dicho muchos nombres, incluso de gente de otras escuelas que
jamás he pisado. Yo creo que el Moco Soto es un personaje
inexistente porque reúne dos aspectos: el dirigente de izquierda
que lleva años en la universidad y el interés por
seguir una carrera política, cosa que no veíamos en
nuestra época. Por eso es una mezcla. No es alguien en específico.
Ahora, el principal personaje de la serie para mí no es él,
sino los extras, que somos los que nos dedicamos a echar tallas
en las asambleas."
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La
prensa no se libra de las bengalas de Peirano.
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En la serie no sólo disparas contra la universidad sino que
hacia muchos sectores de la sociedad, entre ellos la prensa, ¿cuál
es tu visión del periodismo actual?
"Hay
dos tallas en la serie. Están los periodispancés
y los reporteros que arman una noticia con el chancho. Es una caricatura
de cómo uno ve a cierto tipo de periodismo, como buitres
tratando de sacar informaciones sorprendentes, intentando vender
como si fuera un supermercado. En todo caso, no creo que sea una
gran reflexión. No trata de demostrar inteligencia detrás,
porque eso sería la muerte de 'Chancho Cero'".
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En una viñeta pusiste "Peirano se vendió al Mercurio",
¿es una ironía o una confesión?
"Era
una manera de sacarme la 'culpa' que uno tiene de trabajar en El
Mercurio, pero francamente creo que eso de venderse es una pura
h... Conozco gente vendida y no es como yo. Parte de la base
que vengo de un canal cuya caricatura era ser de ultraizquierda,
sin embargo era de la DC. Ahí decían que me vendí
también. Lo importante, y lo que quise parodiar con eso,
es que todos esos que te critican son los primeros que terminan
trabajando para el enemigo. En las partes donde he trabajado he
podido opinar lo que he querido. Si no hubiese sido así,
si me cortaran, ahí sería distinto"
-
Pero en el lanzamiento dijiste que aún no entendías
por qué El Mercurio se la había jugado tanto por tu
libro.
"No,
aún no logro explicármelo, pero da lo mismo. Quizás
están invirtiendo en posicionar la marca de la Zona de Contacto
como cualquier empresa hace con sus productos".
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Y no te aproblema la doble militancia The Clinic - Zona de Contacto,
dos medios que alguna vez estuvieron en pugna.
"En
absoluto. En el Clinic trabajo gratis y lo hago porque me gusta.
Nunca me han pagado nada, voy porque quiero. Si a alguien le molesta,
que me lo diga y que me echen. Mientras tenga grados de libertad,
voy a seguir trabajando".
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¿En esa libertad está el haber trabajado en TV y Novelas
o defender públicamente a "Mekano"?
"Por
supuesto. Defiendo a 'Mekano' porque me gusta la tele y también
veía 'Sábados Gigantes' cuando había gente
que lo pelaba. Parece una kermesse de colegio, pero desde el punto
de vista televisivo lo encuentro un programa bien hecho. Ahora,
en TV y Novelas yo hice la práctica y fue una súper
buena escuela, donde escribía desde el horóscopo hasta
la llegada de Luis Miguel a Chile".
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También hiciste "Plan Z" y "Factor Humano",
dos programas que dejaron muchos "viudos", ¿por
qué no continuaron?
"'Plan
Z' se terminó porque se desarmó el equipo al interior
del canal. De ahí confieso que me dejé convencer por
Álvaro (Díaz) y aprovechamos hacer un proyecto periodístico,
el 'Factor Humano', que fue un gusto hacerlo. Pero fueron programas
que se dieron en su época. Después de un período
negro, ahora tenemos una productora (Aplaplac Producciones) en que
hacemos otro tipo de espacios".
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En ese período negro sin trabajo ¿no temiste quedar
encasillado como periodista "irreverente" o "divertido"?
"Nunca
fuimos periodistas 'chistoretes'. Siempre hicimos un trabajo serio.
Lo que pasa es que los canales no se atreven mucho. Piensa que nos
ganamos (junto a Díaz) el Altazor a la mejor dirección
televisiva, que se supone es el premio más importante dentro
del medio chileno, pero aún así no hubo acercamientos
concretos".
-
¿Quizás no querían arriesgarse?
"En
realidad ese fue un período en que no existimos en Chile,
pero fue el de mayor trabajo porque nos contrató un canal
gringo (el desaparecido PSN) y estuvimos todo un año viajando
y haciendo reportajes centrados en la parte humana de los deportistas,
en un documental que se llamó 'Sangre, Sudor y Lágrimas'".
Desde
esa época, la dupla Peirano-Díaz ha encontrado en
los fondos concursables su única forma de financiamiento.
En el 2001 ganaron un concurso del Consejo Nacional de Televisión
(CNTV) -el mismo organismo que los amonestó por las parodias
del "Plan Zeta"- y realizaron la serie educativa "Mira
Tú", que se transmitió por las pantallas de TVN.
"Ese programa es ahora nuestra carta de presentación",
señala.
Debido
a la confianza y calidad que inspiraron con el espacio, volvieron
a presentar un proyecto al canal estatal para desarrollar el noticiero
infantil "31 minutos", donde las noticias serán
leídas por marionetas. Para ello, el CNTV les dio un espaldarazo
económico por segundo año consecutivo. Esta vez, con
la no despreciable suma de 82 millones de pesos. Además,
este mes los socios de Aplaplac iniciarán la grabación
de un documental sobre una serie de niños asesinados en el
archipiélago Chiloé en los años cincuenta,
para lo cual obtuvieron apoyo del Fondart.
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Y entre tantas actividades, ¿habrá tiempo para un
segundo libro de "Chancho Cero"?
"Ya
han salido publicados dos capítulos más, así
que tenemos suficiente material. Lo importante es que ya sabemos
cómo hacerlo, pues nos quitó mucho tiempo el que tuviera
una presentación de primera calidad. Y resultó porque
funcionamos con esa lógica".
La
Chile llevó la batuta
Peirano
no cabe en su camisa negra de tanta felicidad. Firma dedicatorias
y reparte abrazos entre los invitados al lanzamiento de su
lustroso libro. Saluda a los "zona" y a los "clinic".
También a sus compañeros de escuela, que acuden
en masa hasta un conocido pub de Plaza Ñuñoa,
para saludarle y disfrutar del cóctel. Ahí está
Rafael Cavada, que avanza con pie firme en TVN. Pablo Vergara,
del Siete+7, conversa con "Ratón" Hidalgo,
otrora dirigente estudiantil. Se les suman Álvaro Díaz,
partner del festejado, y Enrique Piracés, que se encerró
a vivir por internet, lo desconectaron y ahora ayuda a la
Primera Dama. No todos son viejos estandartes. Sofía
Otero, por ejemplo, aún no sale, pero da cátedras
con sus columnas en la Zona. La música de la película
"La Playa" ameniza el ambiente, mientras Daniel
Zamorano, editor del portal de Metrópolis, se acerca
a la barra y queda próximo a Cristina Correa, de LUN,
con quien laboró en Chilerock. Desfilan brochetas y
canapés. Los de champiñón con queso son
los mejores. Buenamoza, Lorena Penjean (The Clinic) platica
con su ahora compañero de curso, el mercurial Ernesto
Garratt, quien sonríe ufano. Bien merecido tiene su
reciente contrato. Radiante se ve también Claudia Barudy,
quien deja Reuna para perfeccionarse en Francia. Bon voyage!
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Cómic
"Chancho Cero" en versión animada
Alejandro
Morales Vargas |
Lunes
09 de septiembre, 2002
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