Se
termina el acceso gratuito a las imágenes de los partidos
Canal del fútbol: ¿Cuánto
vale el gol?
El
nuevo medio creado por la ANFP restringiría la transmisión
televisiva de los goles del deporte más popular de nuestro
país a través de un cobro a las estaciones abiertas
para que utilicen dicho material. Al respecto, nuestro sitio web
recogió dos visiones distintas, emitidas por académicos
de la Escuela.
El
debate que la Asociación Nacional de Fútbol Profesional
-ANFP- inauguró a comienzos de este año cuando anunció
que cobraría por las imágenes del campeonato nacional
está lejos de terminarse. Como primera medida, los canales
de televisión abierta protestaron apelando al derecho a la
información y amenazaron con iniciar acciones legales.
Pero
¿cuáles son los reales alcances que supondría
para el público si se llegara a concretar esta medida? ¿Es
el fútbol un derecho de todos o simplemente un producto de
entretención?. Para responder estas interrogantes conversamos
con dos académicos de nuestra Escuela ligados, de una u otra
forma, al tema.
Desde
un punto de vista histórico, el profesor Eduardo Santa Cruz,
periodista y autor de libros como "Crónica de un encuentro:
fútbol y cultura popular", "Origen y futuro de
una pasión (Fútbol, cultura y modernidad)" y
"De alegrías y pesares: cien años de Magallanes",
asegura que "este asunto de cobrar por el fútbol no
es algo nuevo, ya que existe un antecedente en los años 40
cuando se masificó el interés de la radio por transmitir
los partidos".
Este
antecedente nos remite exactamente 60 años atrás,
cuando se inició una licitación que duró dos
años en los cuales las emisoras tuvieron que pagar por transmitir
los partidos. Para sorpresa de muchos, la mayoría de las
radios aceptó sin ningún problema este cobro. En 1945,
sin embargo, los mismos dirigentes habían desistido de la
idea, convencidos de que mientras más se transmitieran los
partidos, mayor sería el interés que despertaría
el "deporte rey" en el público.
Del
mismo modo, el periodista y comentarista deportivo de Chilevisión,
Radio Cooperativa y El Mercurio, Aldo Schiappacasse, asegura que
"el hecho de vender los compactos de goles es una tendencia
que han seguido los países desarrollados hace años",
aludiendo a naciones como Argentina, Italia y Estados Unidos, donde
abundan los ejemplos en todos los deportes.
El
profesional recuerda, además, que este tema tuvo "su
primer tiempo" en 1996, cuando la ANFP comenzó a licitar
los partidos del Campeonato Nacional y las Eliminatorias Mundialistas.
En esa ocasión, el canal de televisión Teledeportes
barajó la posibilidad de vender los goles, idea que no prosperó
por temor a acciones judiciales.
Nace
el canal del fútbol
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Este
es el logotipo del nuevo Canal del Fútbol.
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Durante
el último tiempo, la ANFP hizo del fútbol un privilegio
de pocos. Sobre todo con el último contrato que finalizó
a fines de 2002 y que duró alrededor de cuatro años.
En éste, la compañía internacional de televisión
satelital, SKY, ostentó los derechos del campeonato nacional.
Ya casi al finalizar el contrato, la transmisión se hizo
extensiva a los servicios premium de las cable operadoras Metrópolis
y VTR. Así, sólo contratando los servicios de dichas
empresas los fanáticos del fútbol pudieron disfrutar
de su deporte favorito.
El
resto del público, la mayoría por cierto, se tuvo
que conformar con seguir cada fin de semana los noticieros de la
televisión abierta, única forma gratuita de disfrutar
los goles del campeonato de fútbol nacional. Pero ahora,
eso está amenazado.
La
razón es que a comienzos de este año la ANFP propuso
una nueva fórmula, que según sus directivos le traería
mayor cantidad de recursos a las alicaídas arcas del fútbol
chileno: la creación de un canal del fútbol que tendría
los derechos exclusivos de los encuentros y que, además,
sería dueño de las imágenes de los goles. El
proyecto lo encabezó el ex dirigente de Universidad Católica,
Jorge Claro.
Al
respecto, el profesor Santa Cruz opina que en este tema se enfrentan
dos grandes puntos de vista: los intereses de los privados -ya que
aun cuando suscita el interés de todo el país el partido
de fútbol se desarrolla gracias a éstos- y el derecho
a la información que se extrae de la Declaración Universal
de Derechos Humanos.
Venta
de goles v/s derecho a la información
Entonces
¿qué argumento es más fuerte: el de los propietarios
o el del derecho a la información de masa? "Yo diría
que el segundo es más fuerte, porque no caben todas las personas
en el estadio. Aunque todos quisieran pagar no podrían ver
el partido", afirma con seguridad Santa Cruz.
Una
visión opuesta es la que tiene el profesor Schiappacasse.
"Con esta práctica no se transgrede el derecho a la
información. Invalidarlo sería no dar los resultados,
ni informar cómo se desarrolló el partido. No mostrar
los goles no limita este derecho. Se pueden mostrar a partir de
determinado horario como sucede con los conciertos y otro tipo de
transmisiones exclusivas", opina el periodista.
El
derecho a la información es un concepto ampliamente utilizado
en esta lucha por mantener el fútbol al alcance de la masa.
Sin embargo, bajo una perspectiva legal cabe aclarar que la ley
chilena faculta a cada persona o institución a reservarse
el derecho a entregar o no la información que les es solicitada.
Por ello, todos podemos pedirla, pero nadie está obligado
a darla.
Aldo
Schiappacasse agrega que hay que considerar que los goles son una
parte más del espectáculo. "Los mismos canales
olvidan que imponen distintas restricciones cuando se trata de transmisiones
especiales, como los campeonatos de tenis, fútbol, etc. Su
competencia no puede mostrar nada antes de que termine el encuentro.
O sólo pueden transmitir después de una restricción
de horario. Así que ellos mismos imponen restricciones a
la entrega de información", afirma en defensa de su
posición.
El
académico Eduardo Santa Cruz se lanza en defensa del fútbol
como deporte masivo. "El fútbol no es lo mismo que la
Opera, es una actividad que tiene el carácter de masividad,
de congregar nacionalidades y con esto se le está cambiando
el carácter".
En
su cruzada, añora la visión de esos dirigentes que
desistieron de la idea en los años `40 y hace un juicio lapidario
casi a modo de resumen: "A largo plazo podría terminar
en una cuestión no masiva, y se podría acabar el fútbol
como lo conocemos y transformarse en entretención de un determinado
segmento".
Texto:
Mª Carolina Pérez
Fotos: www.anfp.cl |
Viernes
30 de mayo, 2003
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