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Política
Voto.
(Fuente: conversademulheres.zip.net/)

La lectura luego del cierre de los registros

La rayita que lo hace ciudadano

Se nos viene un diciembre de antología en cuanto a política se refiere. Renovación ejecutiva y legislativa. Nada menos. Y unos 500 mil nuevos votantes, de los cuales 200 mil son jóvenes. Nada más.

Pasado el día fatal, 10 de septiembre, en que se cerraron los registros electorales para las elecciones venideras, comienza la cuenta regresiva en la lucha por el sillón presidencial. Pero millones se quedaron sin participar en esta decisión, cabe preguntarse por qué.

Por Macarena García Lorca y Daniel Brzovic Gaete


Para Patricio Navia, el voto vale callampa. Para el gobierno, equivalía a un poto asomado de unos colgantes jeans, atravesado por una línea blanca, hasta que fue censurado. Analogías aparte, la “despolitización” de la juventud es un fenómeno indesmentible y jaquecoso para la democracia chilena, cuya solución parece un nudo chino.

Aunque la cifra de nuevos inscritos fue menos de la esperada por las autoridades, se consuelan con haber disminuido el déficit que se arrastra desde 1990, año en que empezó la cuesta abajo. Particularmente, a los jóvenes se les dio, desde la publicidad, como caja este año, para contrarrestar su aparente apatía política y lograr su integración en la democracia representativa. Pero estos no son tontos, ni menos caben, sin excepciones, en el saco del desinterés.

"El sistema binominal es poco democrático y eso los jóvenes lo perciben y rechazan, ya que entienden que muchas veces un diputado o senador llega al cargo, más que por voluntad popular, por voluntad de los partidos políticos", afirmó para CTN Yasha Zeltzer, Director regional metropolitano del Injuv.

Patricio Navia, cientista político.
(Fuente:http://www.blogo.cl/blojsom/blog/patonavia/)

Patricio Navia, treintañero cientista político, comparte el diagnóstico: “El binominal es un seguro contra la derrota. Si uno saca un tercio se queda con la mitad (de los cupos) y si saca más de la mitad igual se queda con la mitad”, expuso el 6 de octubre en la Universidad Adolfo Ibáñez.

Por eso, confirmó vía mail su posición a CTN. “Creo que no tiene mucho sentido inscribirse para elecciones parlamentarias. Al final, en más del 90% de los distritos y circunscripciones senatoriales quedan uno y uno entre la Concertación y la Alianza. Ahí el voto vale callampa. Pero en elecciones presidenciales y municipales, el voto sí importa”, dice.

Otra pata coja del sistema es el tipo de inscripción. Automática y de voto voluntario coinciden los expertos que debiera ser, pues “lo que tiene que hacer el Estado es bajar las barreras de entrada y transparentar los procesos para que la gente que quiere participar pueda hacerlo”, como refrenda Navia.

Por qué dar el sí

Ante tamaño panorama, donde estos factores atentan contra la participación y aún contra la representatividad, no dan muchas ganas de dar el sí a los registros electorales. Pero estos 200 mil jóvenes, entre 500 mil nuevos inscritos, sí las tuvieron y sus razones no son pocas ni menos homogéneas.

Luchar desde dentro del sistema es una de ellas, por cuanto da la sensación de que cualquier intento de hacerlo desde fuera es mucho más lento y hasta infructuoso. Además, se entiende que a los políticos les importa bien poco las opiniones y demandas de quienes no voten, pues no forman parte de sus objetivos electorales a corto plazo.

Pero la verdad es que debieran derretirse ante la cantidad de potenciales sufragios que están en juego. Hoy, la población entre los 15 y 29 años de edad representa casi un cuarto del total del país. Sin embargo, el escenario se presenta, a la vez, temible: la incertidumbre de tal cantidad de nuevos votos es grande, los cuales ni siquiera están registrados en sus documentos de cabecera, las encuestas.

La conveniencia de la clase política de mantener el electorado tal cual radica en que su estancamiento y envejecimiento suprime toda posibilidad de sorpresas de mal gusto y alto impacto. Mal que mal, dos millones de no inscritos en edad de sufragar podrían dar vuelta cualquier elección. Por allí pasa la falta de interés en legislar sobre el tema, en donde la derecha lleva la delantera. Precisamente, Zeltzer acusa a la oposición de resistirse sistemáticamente a desburocratizar el sistema, lo que conlleva invariablemente al alejamiento de los canales formales de la política.

Esta ausencia, de todos modos, puede resultar desastrosa. Es un hecho que la población de jóvenes es cada vez más abierta, diversa y tolerante, pero si no participan esto se reflejará sólo a nivel civil y no en políticas de Estado, las que son necesarias para construir una sociedad más liberal y justa.

El hombre del Instituto Nacional de la Juventud aporta con sus propias argumentos: "Es importante que los jóvenes participen inscribiéndose, ya que esto obligará a cambiar la forma de hacer política, renovar caras e instalar definitivamente en la agenda legislativa la temática juventud", la que, a su juicio, está en vías de extinción.

Existe también un fundamento de "responsabilidad histórica", por así tildarlo. Miles de personas fueron torturadas y asesinadas en Chile durante 17 años, luchando por el retorno de la democracia. Por respeto a ellos es importante hacer uso de nuestra ciudadanía y derecho a voto. Resulta irónico, por lo demás, el hecho de que ya no votamos no porque no podamos, si no que porque no queremos.

Yasha Zeltzer, Director regional metropolitano de Injuv.
(Fuente: www.injuv.cl)

La otra política

No se puede dejar de lado, a pesar de lo anterior, a quienes no se inscribieron por voluntad propia. Su pelea consiste en desligarse, por un lado, del estigma con que Marcelo Ríos y su "no estoy ni ahí" tatuó a toda una generación. Y, por el otro, en romper el mito de la definición de política limitándola a sus canales formales de práctica.

“Se ha manipulado y reducido la democracia al tema de hacer una raya en una votación, que es anual, y el resto del tiempo la participación ciudadana se elimina a su más mínima expresión”. Así opina Rodolfo, estudiante de 21 años que no se inscribió. “Ahora, eso no significa que yo no esté interesado en la política. Yo creo en (...) empezar a yo hacer política o trabajo cívico por mi parte”, señala.

Quedarse de brazos cruzados sería una inconsecuencia. A nivel de la sociedad civil, se abren muchísimos campos de participación y organización no partidista ni cupular desde los colegios, las universidades, centros de padres, hasta las juntas vecinales o los clubes deportivos. Es ahí dónde los jóvenes tienen experiencias concretas de acción para llevar a cabo, y así posicionarse en bloque frente a un gobierno, sea cual sea.

Por ello, dar la espalda al voto es un acto totalmente político. No en vano, según datos del Injuv, el 70% de los jóvenes no se sienten representados por la forma en que los políticos llevan a cabo esta actividad. “Me carga que esté tan viciado (el sistema), que sea tan restringido y sea de una forma tan autoritaria el cómo se eligen y se erigen las autoridades”, complementa Rodolfo al conversar del tema con CTN. “Finalmente, no los eliges, los candidatos están elegidos y tú optas entre lo menos malo. Es como si te dijeran qué prefieres: el pichí o la caca”.

Por ahora, ante la evidencia de la necesidad de un cambio, el norte debe estar claro. Competitividad y transparencia son, para Navia, los ejes de cualquier reforma al sistema electoral. Es decir, inscripción automática, voto voluntario y fin al sistema binominal, como toques finales a las recientes reformas constitucionales, son pasos mínimos en la construcción de una verdadera democracia que convoque a todos los estamentos y, sobre todo, al segmento joven, el manoseado futuro de Chile.

Los números de la jungla electoral
8.300.000 es el universo electoral. 220.000 nuevos votantes entre 18 y 25 años 0,9% de los jóvenes dice participar en un partido político Los jóvenes que más se inscriben (39%) son del sector alto
22,97% del universo electoral no se ha inscrito. Un 69,1% de los jóvenes no están inscritos en los registros electorales Un 84,3% de los jóvenes dice que los partidos no representan sus inquietudes. Este año fue más alto el porcentaje de mujeres nuevas inscritas que de hombres.



Sitos relacionados:

Instituto Nacional de la Juventud

Servicio Electoral

Corporación Participa

Sistemas Elecorales

Revista Idea, Universidad de Santiago de Chile

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