El nuevo rumbo
del deporte:
Una
carrera de largo aliento
En un país
con altos índices de sedentarismo, es fundamental la existencia
de políticas públicas que propicien la actividad física
en la población. Ése es el gran objetivo de la Ley
del Deporte.
Instituciones
sin constituirse, desconocimiento para acceder a los fondos concursables
y fuertes críticas por parte de los deportistas, asoman como
los mayores problemas que ha generado la puesta en marcha del proyecto.
Por
Rodrigo Cárdenas y Matías Gazitúa
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Sebastián
Keitel
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El Instituto
Nacional del Deporte (IND) o Chiledeportes reemplazó a la
antigua Digeder en marzo de 2001. Con este cambio se buscaba la
masificación de la actividad física, mayores ingresos
para los atletas y un manejo transparente de los dineros entregados
por el Estado.
Sin embargo,
la inesperada renuncia del director Arturo Salah, ex futbolista
independiente, y la llegada de su reemplazante, el abogado radical
Ernesto Velasco, generaron dudas sobre el real aporte de este organismo
durante la última gestión.
En el gobierno
argumentan que es irrisorio evaluar el anterior mandato, "pues
nos concentramos en implementar la Ley del Deporte, y por ende,
los resultados sólo se verán de aquí a diez
años", indicó a CTN José Miguel Rodríguez,
asesor comunicacional de Chiledeportes.
Pero una cosa
es clara, las dificultades han marcado el corto transitar de esta
nueva entidad. Y hasta el momento, no hay señales concretas
que vislumbren un mejor futuro.
La política
Salah
"No repartiremos
pobreza". Esa fue la frase con que Salah intentó plasmar
la nueva orientación del gobierno con respecto al deporte.
La idea es simple: reenfocar el destino de los fondos disponibles
para el alto rendimiento -5 mil millones de pesos- asignándolos
a disciplinas que tengan reales opciones de alcanzar logros a nivel
sudamericano, panamericano y olímpico. Pero que, al mismo
tiempo, reporten el mínimo de gastos al Estado.
Según
el periodista deportivo José Arnaldo Pérez, "el
afán de Chiledeportes está centrado en conquistar
resultados en especialidades poco conocidas, como el caso del lanzamiento
del martillo en damas -una prueba donde no existen más de
40 especialistas a nivel mundial- y que con poco dinero se pueden
conseguir medallas".
Sin embargo,
esta política no sólo se orienta al alto rendimiento.
También busca crear una cultura deportiva que termine con
el 90 % de sedentarismo existente en el país y así
lograr una mejor calidad de vida.
Tanto es así,
que "por cada dólar invertido en deporte se ahorran
tres en salud". A esta conclusión llegó el Ministerio
de Salud en un estudio realizado en conjunto con el IND, poniendo
de manifiesto la importancia de la actividad física.
Para conseguir
esa meta, la institución dispone de nuevos instrumentos consignados
en la Ley del Deporte, como el Fondo Nacional del Deporte (Fondeporte)
y el Registro Nacional de Donaciones (RND). El primero cuenta con
16 mil millones de pesos, los cuales se distribuyen en cuatro áreas
de desarrollo: alto rendimiento, recreación, infraestructura
y un programa de concursos públicos. El segundo, es una lista
de proyectos patrocinados por Chiledeportes que buscan financiamiento
a través de la empresa privada. Con esto, el gobierno desea
incentivar la participación de ellas otorgándoles
una exención tributaria de hasta un cincuenta por ciento
del monto donado.
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Nicolás
Massú
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Problema
de fondos
Para acceder
al Fondeporte, el IND ideó un proceso de postulación
que intenta otorgar mayor transparencia y seriedad al sistema, pero
que en la práctica ha sido una traba para muchos solicitantes
que carecen de los conocimientos técnicos para completar
correctamente los formularios. Por ello, varios proyectos no fueron
aprobados o se mantienen en compás de espera.
Chiledeportes
responde a estas críticas indicando que en estos dos años
funcionarios del organismo recorrieron el país dando charlas
a juntas de vecinos, organizaciones sociales y clubes deportivos
sobre el nuevo procedimiento.
Aún así,
hubo problemas. En marzo de 2002, la Municipalidad de San Fernando
interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones
de Rancagua que busca la nulidad del primer concurso al Fondeporte,
pues no se llevó conforme a la ley. De hecho, fueron los
directores regionales del IND quienes aprobaron la asignación
de dineros sin la venia de los Consejos Consultivos, los cuales
no estaban constituidos en ese instante.
El organismo
gubernamental hace sus descargos. "Fuimos lo suficientemente
claros para decir que, por primera y última vez, serían
los directores regionales y las comisiones técnicas las que
llevarían el proceso adelante. De lo contrario, los fondos
para las organizaciones hubieran quedado entrabados", explicó
Rodríguez a CTN.
No sólo
el Fondeporte es un dolor de cabeza para el gobierno. De los 482
proyectos aprobados por el IND, y que se enmarcan dentro del Registro
Nacional de Donaciones, 21 lograron financiamiento privado durante
el 2002. Muestra inequívoca de que los empresarios aún
no se interesan en la actividad física.
Cuando elegir
cuesta caro
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Arturo
Salah
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A estos problemas
se suma que, bajo esta nueva institucionalidad, muchos deportistas
quedaron sin recursos para su preparación. Es el caso del
taekwondista Jaime Vargas, que vio como su presupuesto mensual bajó
de 470 mil pesos a 150 mil en menos de un año. "No hay
metas a largo plazo, y el gobierno desea que obtengamos resultados
inmediatos. Pero sin dinero no puedo entrenarme adecuadamente",
comentó el especialista a CTN.
Lo mismo sucede
con Cristian Camus, quien a pesar de conseguir una medalla de bronce
en canotaje durante los Juegos Odesur 2002, no siente que Chiledeportes
lo respalde. Es más, realiza un descarnado análisis
sobre la gestión de aquel organismo: "Hay recursos,
pero los problemas pasan por una mala administración. Los
dirigentes se creen los dueños del dinero y piensan que nos
están haciendo un favor. De hecho, si no fuera por nosotros,
estos tipos no tendrían trabajo".
Como los casos
de Vargas y Camus, existen muchos otros. Durante el último
tiempo varios atletas abandonaron el Centro de Alto Rendimiento
de Santiago por falta de fondos. Incluso, hay especialidades con
logros en competencias internacionales que, al no tener carácter
olímpico, el gobierno simplemente las dejó de lado.
El hockey patín
y el rugby son un ejemplo. El primero ha figurado entre los diez
primeros en los últimos tres mundiales, mientras que el segundo
ostenta un buen ranking a nivel internacional. Aún así
quedaron relegados.
Para Pérez,
es impensable que en un país donde se vive de triunfos morales,
deportes con buenos resultados a nivel internacional sean excluidos
por el solo hecho de ser costosos. Esto marca, a su juicio, uno
de los puntos negativos en la administración Salah.
Rodríguez
justifica tal reducción con el siguiente ejemplo: "Entre
construir una cancha de básquetbol en Lo Espejo o financiar
un deportista que no es seguro que alcance triunfos, es preferible
la primera opción, pues significa una mejora en la calidad
de vida en la población".
Sitios relacionados:
www.chiledeportes.cl
www.cooperativa.cl
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