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Serie - Crisis en Colombia (1)
Directo al abismo

La violencia en este país ha llegado a un estado terminal. Ninguno de los movimientos armados parece dar pie atrás, y el plan militarizante del gobierno sólo aumentará la intensidad del conflicto.

¿Es ésta la política correcta para acabar con una crisis que tiene ya 50 años y arrastra más de 300 mil muertos?

Por Claudio Salinas y Hans Stange


La violencia en Colombia ha cobrado ya la vida de 300 mil personas.
Álvaro Uribe, Presidente de Colombia desde agosto de 2002, señaló a fines de enero de este año que su gobierno iniciaría "una acción militar contundente y permanente" contra los movimientos subversivos de su país. La frase es clarificadora: se acabaron las negociaciones y soluciones pacíficas. La única salida posible es, ahora, la militar.

Esta tesis es la que anima al llamado Plan Colombia, ideado en la administración de Andrés Pastrana (1998-2002) y patrocinado por el gobierno estadounidense. El plan es una "estrategia integral para combatir la insurgencia y la industria del narcotráfico, apalancar la recuperación de la economía y fortalecer el régimen político", en palabras del economista colombiano Libardo Sarmiento.

¿Es el camino del militarismo la solución a la violencia de ese país? No, al menos, para el periodista antioqueño Pablo Moreno, quien señaló a Con Tinta Negra (CTN) que "el plan es tan sólo una fachada para continuar con el negocio de la guerra excusándose en que hay que acabar con los llamados cultivos ilícitos. Además, es otra pata que le sale a nuestra deuda externa - eterna".

Estadísticas de sangre

Las cifras de la muerte son escalofriantes. Según datos del Consejo de Juristas de Colombia, durante la década de los '90, unas dos mil personas fueron asesinadas y otras 500 secuestradas cada año. La violencia dejó, en un lapso de 50 años, más de 300 mil muertos en tierras colombianas.

Pero no son ésas las únicas cifras (ver recuadro). Según Jorge Rojas, presidente de la Consultoría para los Derechos Humanos y Desplazamiento (Codhes), entre 1985 y 2002 más de dos millones 700 mil personas han salido de sus casas y se han convertido en refugiados internos de Colombia, es decir, abandonan sus hogares para escapar de la violencia de los grupos armados.

El 2002 las cifras se incrementaron como nunca: mil 600 personas abandonaron, diariamente, sus tierras a causa de la "doctrina de la seguridad democrática" del Presidente Uribe.

"Él llegó al poder después de un fracaso de los intentos de solución política y negociada del conflicto. Entró con una política basada en un proceso de militarización constante de la sociedad y del Estado, generando una situación crítica en el tema de los derechos humanos, que ya se empieza a advertir en los informes nacionales e internacionales", señala Rojas.

El terrorismo sin control en Colombia

Guerra sin fin

La violencia en Colombia parece remontarse a los orígenes mismos de su república, en el siglo XIX, cuando a punta de balazos los terratenientes expandían sus tierras. La doctora Mabel González, de Médicos Sin Fronteras, escribió: "Primero fue la propiedad personal o familiar sustentada en la fuerza y asentada en las tierras de mejor calidad. Al margen quedaban las más pobres que se convertían en zonas de asentamiento para la población desplazada".

Hoy el asunto no es tan distinto y, a costa de la población civil pobre y despojada -que representa más del 60% de la población total de Colombia-, los balazos los disparan ahora las guerrillas, los paramilitares, los narcos, las Fuerzas Armadas o el Estado. E incluso alguno que otro interés extranjero.

Para el académico colombiano Hernán Mejía Velásquez, la causa de la crisis de violencia en el país está en la inmovilidad y el descrédito de la clase política y del Estado: "Tras formas aparentemente modernas como el mercado, el Estado y los partidos políticos, se esconden unas relaciones propias de una sociedad tradicional como el clientelismo, el parentesco y las lealtades personales", sentenció Mejía.

De esta forma, para el analista chileno Raúl Sohr las guerrillas de Colombia no son ya ni la expresión de una aspiración política revolucionaria ni, como piensan algunos, aliadas del narcotráfico. "Estos movimientos son organizaciones de autodefensa de los campesinos frente a la oligarquía y a la represión del Estado", comentó Sohr a CTN.

De manera que la crisis en Colombia no parece tener fin. "Creo que la sociedad civil, con una participación decidida y con propuestas distintas a las que impone la lógica de la guerra, es la única que puede, junto a la comunidad internacional, terminar con esta lucha absurda e indefinida", asevera Rojas.

Pablo Moreno no es tan optimista: "lo único de lo que estoy seguro es que mientras sigamos con los niveles de educación tan bajos y la corrupción rampante, no hay salida posible del círculo de violencia en el cual respiramos todos los días", insistió el profesional.

RECUADRO

"En Colombia existe una alta correlación entre el gasto militar y la violación sistemática de los derechos humanos. En efecto, una coalición de 17 ONGs de derechos humanos presentó en noviembre de 2000 el primer informe del proyecto 'Nunca Más' sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos entre 1966 y 1998. Los 38 mil casos censados durante cuatro años incluyen solamente violaciones de las libertades fundamentales: 29 mil ejecuciones extrajudiciales, 7 mil torturas, 2 mil 800 desapariciones forzadas. Según las ONGs estos hechos constituyen un genocidio de los movimientos campesinos, indígenas, de trabajadores, cívico-regionales y de políticos de oposición. El informe responsabiliza al Estado del 80% de los asesinatos, por medio del Ejército o de los grupos paramilitares, y denuncia la existencia de organismos destinados a impedir el establecimiento de la verdad sobre estos crímenes y a perpetuar la impunidad que beneficia a los autores materiales e intelectuales". Fuente: Libardo Sarmiento Anzola, Plan Colombia: Conflicto e Intervención. En: Revista Nueva Sociedad, III-IV, 2001, Venezuela.

Sitios Relacionados
www.monde-diplomatique.fr/cuaderno/plancolombia
www.colombia_noviolencia.gob.co
mapage.noos.fr/hfrancod/nov97/articulo1a.htm

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