Fondo Monetario
Internacional en Latinoamérica
Dinero
a cambio de ideas
Latinoamérica
en general, ha debido recurrir por ayuda al Fondo Monetario Internacional
para salir del mal momento.
La institución
a cambio pide, a quienes desean y obtengan el préstamo, que
apliquen medidas económicas que aseguren la devolución
de sus dineros, ¿pero sólo eso exigen?
Por Evelyn
Nahuelhual y Daniel Soza
Algunos
países de Latinoamérica viven un momento de crisis.
Su balanza de pagos negativa aumenta la necesidad de contar con
dinero y ¿a quién recurrir? Aquí aparece un
nuevo superhéroe de la economía: el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Sin embargo es un salvador que da dinero, pero
a cambio de algo más potente: ideas, que no siempre parecen
ser las mejores.
El panorama
no es alentador. Las proyecciones para el crecimiento de América
Latina han disminuido considerablemente y para este año se
prevé una recesión.
Ante estos nuevos
escenarios, el FMI ha tomado parte en el asunto dando pautas a seguir
a los países para lograr que las expectativas económicas
sean positivas. En un plano global, este organismo ha pedido "ponerse
al día" con los grandes procesos macroeconómicos
del mundo. Nuestra región debe además incentivar el
crecimiento, para lo cual necesita llevar a cabo profundas reformas
estructurales que se harán en conjunto con el sector privado,
según establece el FMI.
Todo es como
un consejo del papá al hijo. Pero ¿qué tanto
ha escuchado el hijo latino? Especialmente si lo vemos desde la
aseveración de Luis Cruz, profesor de economía de
la Universidad de Chile, dijo a Con Tinta Negra (CTN) que "Cualquier
medida económica que exija el FMI a un país, antes
de entregar un crédito, tendrá un efecto político,
tarde o temprano"
Prestamista
duro de convencer
Que Argentina
pasa por una grave crisis, o que esta pidiendo créditos al
FMI son informaciones que a diario llenan los titulares de los medios
de comunicación. Vale repetir una vez más la frase
manoseada que habla del país vecino "como un caso emblemático".
Habiendo sido una de las economías más prósperas
ha llegado a una catástrofe.
El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, ha pedido
reiteradas veces ayuda al FMI. Además, espera que abra las
puertas a préstamos de organismos multilaterales y países
desarrollados para financiar sus exportaciones.
Según
el FMI, sus exigencias al gobierno de Eduardo Duhalde van dirigidas
a que Argentina pueda crear las condiciones para que el empleo y
la producción logren un crecimiento sostenido en un contexto
de continua estabilidad.
Difícil
tarea, ya que el dinero que hoy precisa Argentina es para solventar
su gran deuda y comenzar a salir de la más profunda crisis
económica de su historia, que ha llevado las tasas de desempleo
y pobreza a altísimos niveles.
"Lo más
difícil de todo es convencer al FMI de prestar el dinero
a un país que ha caído en un estado de coma causado
por malos manejos y los fraudes dentro del mismo gobierno",
señala a CTN el abogado y analista político, Ricardo
Israel.
"El FMI
no es fácil de convencer. Argentina lo tiene claro, lleva
meses tratando el tema y aún no lo consigue. La institución
quiere estar segura de que las condiciones son alentadoras para
la devolución de un posible préstamo" agregó
el profesional.
La etapa que
viene ahora consiste en que el gobierno trasandino muestre al FMI
cómo llegará a tener una política monetaria
previsible. Además debe eliminar el déficit fiscal
o bajarlo notablemente y solucionar el problema del "corralito"
un tema aún no resuelto.
Todo empieza a verse desde un punto político. Las medidas
exigidas por el FMI para la concreción del préstamo
son muy rígidas y pegan fuertemente en la manera de dirigir
la economía... y también en la política.
El salvador
ha llegado...
A ratos parece
difícil de tratar, pero otras veces se hace notar como el
salvador evitando situaciones que pueden llegar al desastre de nuestra
región.
De esta manera,
si bien el FMI no ha entregado dinero a Argentina, sí lo
ha hecho con Brasil y Uruguay.
Por ejemplo,
la institución firmó con el gobierno brasileño,
un paquete de rescate de US$30.000 millones en ayuda, que no será
dado en una sola cuota, sino en 15 meses, alcanzando unos US$40.000
millones de fondos adicionales para el 2003.
"En el
caso de Brasil y Uruguay no existe una mala administración
como en Argentina. Por esa razón se entregaron los créditos
a ambos países sin colocarles tantas trabas" afirmó
Luis Cruz.
Brasil
debe probar durante este año que puede mantener una economía
estable y emergente capaz de pagar la deuda adquirida, sin correr
el riesgo de la cesación de las cuotas.
Pero la ayuda
no es gratuita. El FMI exigió a Brasil que mantenga una meta
de superávit primario de 3,75% del Producto Interno Bruto
(PIB) para el 2003. También pretende que el mismo superávit
rija en 2004 y 2005.
El presidente
Fernando Henrique Cardoso ha manifestado su rechazo a la rigidez
que implanta el FMI. Además criticó la falta de prevención
de estas crisis, ya que "los organismos internacionales sólo
entran en acción cuando la caída ya está en
acción". Es como si esta institución se aprovechara
de los países caídos y los ayudara a cambio de que
implanten sus propuestas.
Paraguay podría
ser el próximo en recibir ayuda del FMI. Se está considerando
concederle un préstamo por US$200 millones para enfrentar
los efectos de la crisis de Argentina y Uruguay.
Y como siempre
el FMI pide que se aprueben medidas fiscales y bancarias, el gobierno
paraguayo debe legislar un alza del Impuesto al Valor Agregado (IVA)
de 10 a 11% y del impuesto al consumo de bebidas alcohólicas
y tabaco de 10 a 20%, además de eliminar exenciones fiscales,
lo que se podría reflejar en un masivo despido de empleados
públicos. También deberá introducir correcciones
en el sistema de pensiones de los funcionarios públicos,
que representa unos US$7 millones de déficit mensual.
Son medidas
que ayudaran a la estabilidad económica del país,
pero ¿qué pasará con la población?.
Eso no preocupa al FMI, ya que "no impone medidas sociales,
no tiene la responsabilidad de hacerlo, ni siquiera presta dinero
en casos de conflictos sociales. Solo entrega ayuda a los países
que presenten problemas en su balanza de pago" afirmó
Luis Cruz.
De cumplir con
estos objetivos, Paraguay sería el tercer país del
Mercosur (Mercado Común del Sur) en recibir ayuda del FMI
para paliar el efecto de la crisis en la región.
Y Chile...
¿también caerá?
"Nuestro
país a diferencia del resto de los países latinoamericanos
ha cancelado sus deudas al día, y por si fuera poco, también
adelantó el pago de créditos que aún no caducaban.
Esto es muy bien mirado en el ámbito internacional, especialmente,
porque se muestra con una realidad diferente que el resto de los
países latinoamericanos", aseguró Ricardo Israel.
En el actual
contexto, Chile enfrenta dos importantes factores internacionales
de riesgo: el retroceso en las proyecciones de recuperación
económica de Estados Unidos, al que nos unen fuertes lazos
comerciales especialmente en la venta de cobre y el riesgo de que
una Argentina en permanente crisis termine por diezmar finalmente
la confianza de los grandes mercados en la región y espante
a los inversionistas europeos principalmente.
A partir de
la crisis del sudeste asiático (1997 - 1998), el FMI se quedó
prácticamente sin fondos y pidió al Congreso de Estados
Unidos un aporte adicional de 18 mil millones de dólares.
El Congreso estadounidense dijo: "antes de darles el crédito
vamos a hacer un informe, porque queremos saber en qué estuvieron
gastando, los siete organismos multilaterales de crédito,
los fondos de nuestros contribuyentes". Así se concluyó
que los fondos del FMI, del Banco Mundial y del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), se habían asignado mal y que de ahora
en adelante, para que un país tuviera acceso a un crédito,
el FMI no le tenía que plantear ningún programa económico:
el país tenía que decir cuál era el plan y,
si era convincente, se le daba el crédito.
Estas
son las nuevas reglas de juego. De esta manera, el Fondo va exigir
estrategias muy rígidas a la Argentina. Brasil y Uruguay
han podido obtener ayuda a base de pura resignación y acatando
las normas impuestas. A Chile sólo le queda mantenerse a
salvo de la crisis mediante medidas económicas adecuadas,
para no llegar a recurrir a los préstamos del FMI.
El
nacimiento del adinerado
Al finalizar
la segunda guerra mundial, los países aliados estudiaron
diversos planes para restablecer el orden en las relaciones
monetarias internacionales. Así una de las opciones
que finalmente convenció a las naciones fue la formación
del FMI
Los representantes nacionales redactaron la carta orgánica
o Convenio Constitutivo para la institución internacional
que supervisará el sistema monetario internacional
y fomentará tanto la eliminación de las restricciones
cambiarias en el comercio de bienes y servicios, como la
estabilidad de los tipos de cambio. Además se le
asignó la tarea de otorgar créditos a los
países que se encuentren con problemas económicos.
El FMI
inició sus actividades en diciembre de 1945 con la
firma del Convenio Constitutivo por los primeros 29 países.
Los mismos fines establecidos en 1944 son los que hoy rigen
dentro de la institución. Desde entonces, el mundo
ha registrado un crecimiento sin precedentes del ingreso.
Y aunque los beneficios del crecimiento no se han repartido
por igual en los países, que en la mayoría
de los casos, se ha conseguido un mejoramiento en la situación
económica.
Las
máximas autoridades del FMI son: Horst Kohler, alemán,
como director gerente; la primera subdirectora gerente Anne
O. Krueger, estadounidense; los subdirectores gerentes Eduardo
Aninat, chileno y Shigemitsu Sugisaki, japonés y
los consejeros Gerd Häusler y Kenneth S. Rogoff.
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