Alza del IVA
El
impuesto que impone problemas
La firma
de los tratados de libre comercio dejará un vacío
en las arcas fiscales que el gobierno pretende costear con un alza
de un punto en el IVA. No todos están de acuerdo
La discusión
ha generado propuestas y debates sobre a quienes afecta este aumento,
y sobre todo en cuanto a quiénes debieran costear los beneficios
y perjuicios de los TLC.
Por
Diego Zurita y Rodrigo Cárdenas
El alza del
Impuesto al Valor Agregado (IVA) en un punto está provocando
un fuerte discusión entre los sectores políticos más
importantes del país. La Concertación afirma que es
necesario para financiar los programas sociales como el plan AUGE
y el Chile Solidario, mientras que la Alianza por Chile se opone
aduciendo que una subida tributaria perjudica a las clases más
necesitadas de nuestro país. Pero esta discusión tiene
un principio: los Tratados de Libre Comercio (TLC).
Al firmar los
TLC con Europa y Estados Unidos el gobierno dejará de percibir
importantes recursos que pensaba destinar a sus programas sociales,
debido a la baja en el cobro de aranceles. Una forma de compensar
ese déficit es a través de un alza de impuesto transitivo.
El asunto está en preguntarse quién debiera hacerse
cargo de ese déficit y de qué otra manera podrían
conseguirse los dineros que permitan llevar a cabo el programa del
gobierno.
El Ejecutivo
ha admitido que el aumento del IVA, financiará parte del
déficit, estimado para este año en 0,7%, del Producto
Interno Bruto (PIB) lo que equivale a poco más de US$ 474
millones.
Con esto el
aumento de impuestos a contar del 2004 y las reasignaciones de gasto,
lo que irá a financiar el déficit de US$ 730 millones
que el gobierno anticipa para el periodo 2004 - 2005 como resultado
del costo de impulsar la agenda social, recién al 2005 llegará
a los US$ 300 millones y las compensaciones por US$ 430 millones
para amortizar la caída de ingresos que a esa altura ya no
sólo dejará el acuerdo con la UE, sino también
con Estados Unidos.
La Cámara
de Diputados ya aprobó subir en un punto el IVA a partir
de octubre dejando de lado un alza de impuestos específicos
a los alcoholes, y sólo aceptando uno al tabaco. La medida
significa que desde el último trimestre del año todos
los chilenos deberán pagar más dinero por algunos
productos, es decir, los chilenos estarán financiando los
programas sociales que irán en su beneficio.
Para Hugo Fazio
del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, CENDA,
las medidas gubernamentales sólo perjudican la leve reactivación
que se ha venido dando en el último tiempo "No hay impuesto
más regresivo que el IVA, si se adelanta es más regresivo
aún". Asimismo, Fazio se muestra crítico con
el inicio del problema al acusar a los TLC como causantes de la
crisis, "El TLC sólo nos perjudica y por la única
razón que se firman es para consolidar el modelo económico
y resguardar a los sectores con más recursos", enfatizó.
Tampoco el instituto
Libertad y Desarrollo está de acuerdo con esta alza "La
alternativa de elevar los impuestos es costosa en el corto y largo
plazo. En el corto plazo arriesga el proceso de recuperación
económica liderado por el consumo. Y en el largo plazo castiga
el crecimiento económico lo que se traduce en menor recaudación
para el gobierno".
Al parecer existe
sólo por parte del gobierno un interés en subir los
impuestos, señalando con esto, que son los chilenos quienes
deben costear sus programas sociales. Para Fazio la respuesta a
las exigencias económicas del gobierno debieran entregarla
los sectores más acaudalados. "Lo que se debe hacer
es poner un impuesto proporcional: el que tiene más, paga
más. Otra opción es que lo paguen quienes se benefician
con el TLC, es decir, las empresas extranjeras o privadas por lo
cual el royalty a las compañías mineras debiera ser
la discusión del minuto".
Para los empresarios
todo pasa por una mejor administración de recursos por parte
del Estado, la Asociación de Exportadores Manufactureros
(Asexma) criticó la medida porque demuestra, a su juicio,
una falta de creatividad enorme por parte de la autoridad "Siempre
se carga la mano al bolsillo de los trabajadores", indicó
en comunicado de prensa el presidente de la entidad, Roberto Fantuzzi.
La minería
en la mira
Otra de las
formas para aumentar la recaudación fiscal, es la incorporación
del cobro de un royalty a la minería, el cual es descartado
de plano por parte de Libertad y Desarrollo, indicando que cuestionar
los aportes de la minería privada al país, sobre la
base de la recaudación tributaria no permite apreciar la
dimensión de la importancia de este sector, tanto en el crecimiento
del país como en el desarrollo social de las regiones mineras.
Según
esta fundación, Chile posee una tasa efectiva de impuestos
similar a la de otros países en vías de desarrollo,
por lo que un aumento en la tributación, a través
de un royalty, impactará en forma negativa la rentabilidad
de los proyectos mineros y nuestro país perderá competitividad
a nivel mundial, ello desincentivará la inversión
en minería y con ello los aportes de este sector a todo el
país.
Sin embargo,
Fazio afirma que un impuesto especifico a la minería privada
es la manera idónea para recolectar recursos "el que
explota nuestro país debe pagar más".
En definitiva,
lo que se intenta en esta discusión es que alguien se haga
responsable del déficit que deberá cargar el Estado
debido a los TLC, y varias son las soluciones que se plantean. Libertad
y Desarrollo propone la idea de venta de activos, señalando
que de esa manera se podrían juntar los dineros que Ricardo
Lagos necesita para sus programas. Por su parte el CENDA manifiesta
su favor por los royalty a la minería.
Ambas posturas
son comprensibles, por las afinidades políticas de cada entidad.
Mientras CENDA, ligada a la centro izquierda, aboga por una mayor
tributación de las grandes empresas y grupos económicos,
Libertad y Desarrollo ligada a Renovación Nacional plantea
soluciones en una línea más liberal.
El ministro
de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, defiende su postura indicando
que el impuesto es transitorio y que en muchos casos el punto porcentual
que subirá el IVA, será absorbido por el proveedor
y no por los consumidores. Y que en los casos en que el consumidor
se vea afectado solamente será en un mínimo incremento
en el precio del producto.
La discusión
por el IVA es el tema de moda en las esferas económicas,
el gobierno pretende lograr los ansiados recursos para realizar
su agenda social. La oposición propone medidas alternativas.
Los empresarios acusan que ésta alza sólo perjudica
la reactivación.
El proyecto
se aprobó en la Cámara de Diputados al igual que en
el Senado, pero sólo en lo que respecta al IVA, fue rechazada,
por estrecho margen, la disposición de elevar los impuestos
específicos al alcohol, el tabaco y los combustibles. Pese
a que el Ejecutivo podría haber insistido para que se aprobara
la propuesta general, decidió apaciguar el debate y puntualizó
que con el alza del IVA basta para financiar sus proyectos sociales
más urgentes.
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