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Isapre Vida
Plena: Uno de cada cinco chilenos son beneficiarios del sistema privado de Salud. Por esto, cuando una isapre presenta graves deficiencias, repercute en toda la población, ya que podría desencadenar una emigración masiva hacia Fonasa, y en consecuencia, un posible colapso de esta institución. Si hoy una
isapre entra en crisis, sus afiliados se ven irremediablemente desamparados,
pues las leyes son insuficientes para. La solución pasa entonces
por una reevaluación y perfeccionamiento de las normas, pero
mientras eso no suceda, es necesario que la comunidad tome conciencia
de sus derechos. Por Francisca Solar y Rodrigo Cárdenas
En febrero del 2003, durante sus vacaciones, el hijo menor de Claudia Santelices sufrió un grave accidente mientras manejaba su bicicleta. Aquello derivó en una delicada cirugía facial y un costoso tratamiento post-operatorio en la Clínica Alemana de Temuco, procedimientos que debió cancelar en forma particular, dejando además un cheque en blanco como garantía. A su regreso a Santiago, Claudia no demoró en iniciar la gestión correspondiente en su isapre, Vida Plena, creyendo que todo se desenvolvería bien, tal como había sido durante los ocho años que llevaba como afiliada. Sin embargo, a más de un mes del papeleo, el reembolso no se hacía efectivo. Mientras intentaba comunicarse con la clínica, encendió el televisor y se enteró de los hechos: "Si no fuera por la prensa, hasta el día de hoy no tendríamos idea de la situación de la isapre. Nunca nos llegó una carta de disculpas, por último aclaratoria, ni una llamada de teléfono, nada. Pasaron los días y decidimos con mi marido mandar una carta para allá, y otra a la Superintendencia, y hasta hoy no hemos recibido respuesta de ninguna de las dos", comentó Santelices. Y su caso no es el único, pues el registro de reclamos y denuncias de la Superintendencia de Isapres (SISP) cuenta con más de 264 consultas promedio en los últimos dos meses. La isapre Vida Plena fue una de las tantas instituciones, controladas por el Holding Inverlink, que se vio afectada por el escándalo financiero de este grupo empresarial, acusado de operaciones bancarias fraudulentas. Estas involucran, entre otros, al Banco Central y a la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Luego de que se solicitara la quiebra de Inverlink Capitales S.A., principal propietario de Vida Plena, el futuro de esta isapre se tornó incierto, pues a pesar de que el síndico informó que se remataría el 96% de sus acciones, nada se ha concretado. Desvalidos y discriminados El destape del fraude bastó para propagar un estado de pánico colectivo, al que se sumaron profesionales, personal administrativo, centros médicos, y por supuesto, los más de 166 mil beneficiarios. En pocos días ya ninguna clínica o laboratorio recibía bonos, o lo que es peor, se eliminaron todas las cajas en donde se emitían, aún cuando el último comunicado de prensa difundido aseguraba que la isapre continuaba funcionando normalmente, siempre bajo la supervisión de las autoridades. A pesar de que la mayoría ya ha buscado refugio en otras instituciones de salud -siguiendo el consejo claro del presidente del Colegio Médico, Juan Luis Castro- muchos aún no saben cómo proceder ante lo que sucede hoy con Vida Plena. "Las personas, en términos generales, no están conscientes de sus derechos, se conforman con mandar cartas", comentó a CNT el abogado Rodrigo Irrázabal, quien encabezó la querella que interpuso el Banco Central contra el Holding Inverlink. "Cuando estás frente a este tipo de problemas, hay que conseguir de inmediato asesoría legal, porque casos así no se pueden dejar pasar. Los legisladores aprenden gran parte por las denuncias de las personas. Por lo tanto, si uno cree que está en presencia de una irregularidad, hay que actuar con rapidez. Si están involucradas muchas personas, lo que se recomienda es demandar en conjunto, pues así se tienen más posibilidades. Y si es necesario demandar al gobierno mismo, se hace y punto", finalizó Irrázabal. En las oficinas de la Superintendencia nadie quiere dar declaraciones. Se justifican diciendo que poseen "atribuciones limitadas" y prácticamente nula competencia legal. La única información que ofrecen es aquella publicada en su sitio de Internet, donde sugieren a los usuarios mantenerse tranquilos y atentos al desarrollo de los acontecimientos. No obstante, sólo durante marzo más de 3.600 personas ya habían abandonado la isapre, lo que complica aún más su capacidad de recuperación y acrecienta la desconfianza entre los inversionistas.
El resto de las instituciones privadas ha encontrado en esta crisis una oportunidad única: "Afuera de la casa matriz (de Vida Plena) siempre hay como diez personas con carpeta en mano ofreciéndote planes. Parecen buitres afuera de la morgue. Y no sé cómo se han conseguido mi teléfono, pero ya me han llamado dos Isapres distintas ofreciéndome sus servicios. He sentido una presión espantosa", aseguró Claudia Santelices a CTN. No obstante, muchos de los afiliados que abandonaron Vida Plena no se encuentran en condiciones de ingresar a otra isapre por ser personas con enfermedades preexistentes, mayores de 60 años y mujeres en edad fértil. Así, no tendrán otra opción que resguardarse bajo el sistema del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), situación indicada en el artículo 47 de la Ley n°18933 de Isapres. Y aunque esta solución parece ser la más adecuada, sin duda a la larga esto se transforma en un problema general, pues Fonasa no sólo no tiene la capacidad para albergar a miles de nuevos afiliados, sino además quienes emigran del sistema privado aspiran a que la institución pública les proporcione los mismos beneficios que gozaban anteriormente, lo que en definitiva es prácticamente imposible, dada la poca e inferior cobertura actual del Fondo de Salud. Por fin, la reforma Gran parte de los afectados por la situación de esta isapre dicen sentirse "estafados", pero nadie hace nada por "ajusticiar" dicha estafa. Un sondeo rápido arrojaría sin titubeos que un amplio porcentaje de la población no hace respetar sus derechos, pero simplemente porque los desconoce. Quizá es tiempo de que el gobierno implemente una campaña masiva de información acerca de los deberes y derechos ciudadanos, así como los de las instituciones. De esta manera, para cuando suceda otra trágica eventualidad como la de Vida Plena, los chilenos estén preparados. El gobierno
está dando sus primeros pasos en ese sentido. La Reforma
de Salud, actualmente en trámite legislativo, busca paliar
las deficiencias descritas, partiendo por dar a la Superintendencia
de Isapres mayores atribuciones fiscalizadoras y reguladoras, además
de garantizar un significativo avance en lo que respecta a la transparencia
del actual sistema. Pero ninguna reforma será suficiente
para terminar con los problemas mientras no sepamos hacer efectivos,
tanto en salud como en cualquier otro ámbito, nuestros derechos
como usuarios.
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