Deporte,
Éxito y Farra
Juerga, carrete,
jaleo y escándalos. Si a esto le sumamos logros deportivos,
fama y dinero, el resultado arroja nombres como Diego Maradona,
Mike Tyson y Marcelo "Chino" Ríos.
La vida de
los atletas de competición está marcada por sacrificios
continuos, postergaciones y presiones multilaterales. Pero también
está plagada de historias que incluyen drogas, sangre y autodestrucción.
Muchos son aconsejados, pero pocos escuchan.
Por
Matías Gazitúa y María José Vilches
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Simplemente
Diego (www.lacuarta.cl) |
Punta del Este,
Uruguay, enero de 2000. Había salido temprano a comprar al
supermercado y ahora estaba tirado en un sillón. Llevaba
más de cuarenta horas sin dormir, horas pletóricas
de alcohol, sexo a dos bandas e interminables líneas de cocaína.
Un hilo de sangre recorre su bigote, mientras que las pupilas dilatadas
no soportan más luz y exigen una llamada de auxilio.
En sus últimos
18 años, ésta fue una escena frecuente. Desde su barrio
de infancia en Villa Fiorito, donde la pobreza arrecia y las esperanzas
se cimientan en torno a un balón; hasta cuando celebró
el primer lugar del Mundial de Fútbol del 86, Diego jamás
dejó lo que decretaría el fin de su vida como deportista:
la droga.
Casos como este
abundan en los empolvados anales de cada disciplina deportiva. Deportistas
talentosos que se han visto envueltos en hechos ampliamente cubiertos
por los medios periodísticos. Las disculpas son heterogéneas:
las carencias de la infancia, el mal consejero que resulta el dinero
rápido y el desplazamiento de la vida personal por la dedicación
exclusiva al deporte. Mientras una tropa de entrenadores, psicólogos,
periodistas y familiares los sermonean hasta el cansancio.
Un hombre
muerto en la piscina
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Mejor cruzar
la vereda (www.lacuarta.cl) |
"La mayoría
de los deportistas exitosos del Centro de Alto Rendimiento (CAR)
carretean pesao' y se creen la raja porque han llegado hasta acá",
sentencia el pesista Diego Blaset, mientras su novia y colega, Maciel
Rojas, asiente con la cabeza a CTN.
Y no es un rumor
infundado porque cuando la Brigada de Delitos Criminales (Bridec)
llegó hasta el recinto deportivo, verificó que Alexis
Nahuelquén yacía muerto hace 12 horas en la piscina
olímpica. Respecto de las circunstancias de su muerte, poco
se sabe: una tarde de borrachera antecedió a la arritmia
cardiaca que le provocó la muerte. Y lo más extraño
de todo es que estaba completamente vestido. ¿Suicidio o
accidente?.
Independientemente
de las tesis que se barajan en este caso, Nahuelquén era
un reconocido bebedor problemático y dueño de una
personalidad controversial que incluía viejas rencillas con
sus compañeros de halterofilia. El pesista tenía un
futuro promisorio pero, en palabras de su entrenador Francisco Casamayor,
publicadas en la Revista Fibra, "(él) ha sido el talento
más grande que he tenido... pero esa habilidad y riqueza
física chocaba con su inestabilidad". Una característica
personal que en abril de 2002 lo llevó a la muerte.
Ariel Leporati
señala en su libro "Psicología Deportiva Hoy"
que "un rendimiento es el producto de ingredientes físicos
ligados a capacidades cognitivas, asentamientos afectivos y la personalidad
del deportista". Nahuelquén pudo llegar lejos, pero
sus malos hábitos le pasaron la cuenta.
Cuando no
calienta el sol
Las calles del
Bronxs no son el lugar más indicado para llevar una vida
normal. Y eso bien lo sabe el boxeador Myke Tyson, quien a pesar
de cosechar millones de dólares, lujosas mansiones y una
vida a cuerpo de rey, nunca pudo desligarse de los episodios infantiles
que lo marcaron.
Tuvo su oportunidad,
fue el campeón más joven de la historia de los pesos
pesados y hasta formó una familia. "Pero los bloqueos
infantiles no trabajados se manifiestan en agresividad extra punitiva,
intrapunitiva o impunitiva, depende si se dirige hacia el exterior,
hacia sí mismo o si es evitada", explica Marcelo Concha,
psicólogo clínico de la Universidad de Concepción.
Si bien el boxeo
permite una agresividad controlada, la vida cotidiana lo condena.
A Tyson se le desdibujaron los límites del cuadrilátero
y debido a las acusaciones de violación sexual, violencia
intrafamiliar y desórdenes en la vía pública
ha pasado más de una temporada en la cárcel. Pero
jamás terminan las condenas, como pasó en 1992 al
ser sentenciado a seis años de cárcel por violar a
una mujer negra. Sólo estuvo tres años.
Si para Tyson
el problema fue la agresión, para el futbolista brasileño
Arilson Da Souza fue la juerga. Alejado desde su juventud de su
patria natal, se acostumbró a vivir solo en países
caracterizados por su vida nocturna, como España. Hasta que
el presidente de la Universidad de Chile, René Orozco, hizo
una apuesta por él y lo instaló en Chile, con el cartel
de gran figura del 2001.
Fuentes extraoficiales
cuentan a CTN que la primera semana que estuvo en Santiago conoció
un lugar que sería su perdición: el "Lucas Bar",
antro del ABC 1 chileno. Allí, junto a varios compañeros
de equipo, cultivó el buen gusto "por el filete y la
guena pierna", a la par de los primeros triunfos con goles
de su autoría. Sin embargo, una madrugada de esas tibias,
fue detenido por personal de Carabineros. Resultado: un partido
de visita en el Anexo Cárcel Capitán Yáber.
Alguien que encauce el camino
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Un genio
sólo dentro de la cancha (www.marcelorios.cl) |
Nadie puede
decir que no se sintió orgulloso cuando el "Chino"
Rios alcanzó el número uno de la Asociación
de Tenistas Profesionales (ATP), al ganar el torneo de Key Biscayne
en 1998. Lo que pocos sabían en ese instante era que la mano
invisible que apoyó la raqueta de Marcelo era del entrenador
sueco Larry Stefanky.
Ríos
y su innegable malhumor monosilábico fueron domesticados
por el don de mando de Stefanky, quien logró canalizar la
fuerte carga energética que poseía el jugador en actividades
exclusivamente deportivas: "lo dejaba tan cansado que no tenía
ganas ni de carretear", señala a CTN Roberto Yévenes,
chofer de la locomoción colectiva y fanático del tenis.
Todo terminó
a fines de 1999. El mentor abandonó a su pupilo dejándolo
en manos del argentino Luis Lobo, quien dio un giro a la actitud
paternal asumida por el técnico anterior, transformándose
en un amigo y compañero de fiesta. Leporati en su libro señala
que "los entrenadores son una imagen sustituta del padre y
destacan en su papel docente o detentan muchos otros roles como
amigo, jefe y confidente" pero lo cierto es que no siempre
resultan ese tipo de relaciones. Desde entonces, y a pesar de su
matrimonio, el "Chino" ha sido protagonista de los últimos
escándalos del star system criollo.
Luis Musrri,
capitán del equipo de fútbol de la Universidad de
Chile, considera que los entrenadores influyen en el desarrollo
personal de los deportistas. "Eso me pasó con Arturo
Salah quien me dejó muchas enseñanzas en mi (sic)",
como expresó a CTN, mirando hacia los pastos del Caracol
Azul.
Musrri rescata
el papel que juega la familia en la formación del futuro
profesional del atleta, coincidiendo con la recomendación
del psicólogo Marcelo Concha de "apoyar al joven, pero
moderando las expectativas, para no generar una ansiedad frente
al fracaso".
Descarriados
y exitosos, millares de deportistas en el mundo siguen ocupando
las portadas de los diarios tanto por sus logros competitivos, como
por sus hazañas etílicas. Parece que el binomio "deporte
y vida sana" está perdiendo su vigencia.
Sitios relacionados
http://www.tenischile.com
http://www.lacuarta.cl
http://www.lacuarta.cl
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