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LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN DURANTE EL 2001 EN CHILE

Octubre

10 octubre: La Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró admisible el caso Nº 11751, del ex oficial de la marina Humberto Palamara contra el Estado de Chile por violación de los artículos 8, 13 y 21 de la Convención Americana de Derechos Humanos. El artículo 13 consagra el derecho a la libre expresión.
El caso se remonta a principios de 1993, cuando Palamara, ya entonces oficial de la Armada en retiro, estaba listo a publicar el libro "Ética e Inteligencia Militar". El libro fue prohibido por la Armada, la que, en virtud de un procedimiento penal iniciado en contra de Palamara, requisó los ejemplares ya impresos del libro, las copias que Palamara tenía en su poder y borró la copia del computador del ex oficial.
En este procedimiento penal se le imputaron a Palamara los delitos de desobediencia de deberes militares contemplado en el artículo 299 número 3 del Código de Justicia Militar y por el delito de desobediencia contemplado en el artículo 337 número 3 del Código de Justicia Militar. El primero de estos delitos fue por el hecho de no haber solicitado la autorización requerida para la publicación del libro, y el segundo por haberse negado a la entrega del referido libro una vez requerido de ello por su superior jerárquico.
Ante esto, Palamara realizó una conferencia de prensa donde criticó la actuación de la Fiscalía Militar en este proceso. La fiscalía consideró estas declaraciones injuriosas e inició una causa penal por desacato por la cual el ex oficial fue condenado por la Corte Suprema el 20 de julio de 1995.

12 octubre: El primer efecto concreto de la censura ejercida por Canal 13 al programa "El Triciclo", en agosto del 2001, es la renuncia de uno de sus conductores, el periodista Aldo Schiappacasse.
En dicha ocasión, la Dirección de Contenidos de la estación católica, encabezada por Jaime Pereira, cortó varios pasajes a dos de las tres entrevistas del capítulo del 16 de agosto. Los temas afectados por las tijeras de Canal 13 estaban relacionados a la sexualidad. Además, los cortes fueron decididos por gente ajena al programa y sin previo aviso al equipo realizador.
Una de las entrevistas censuradas fue la que realizó Schiappacasse a Eugenia Weinstein, una sicóloga especialista en sexualidad. Luego de enterarse del episodio y del procedimiento del canal, Schiappacasse hizo presente su molestia por lo sucedido al director ejecutivo, el ingeniero comercial Jaime Bellolio, y anunció que renunciaría al finalizar el ciclo.
De esta forma, luego que el último episodio de "El Triciclo" 2001 saliera al aire el jueves 27 de septiembre, Schiappacasse presentó su renuncia a Bellolio el mismo lunes 1 de octubre. Gracias al acuerdo de ambas partes, la dimisión del periodista fue aceptada dos días después sin exigirle ningún tipo de indemnización por cancelar el contrato antes de la fecha de término.
El periodista justificó su demora en retirarse del espacio televisivo "porque le habría provocado mucho daño al canal y a las productoras con que trabajábamos y, básicamente, por un tema profesional. Aún estando a disgusto, creía conveniente terminar el ciclo, dejando en claro mi molestia", según señaló a La Tercera.
Según publicó el portal emol.com, el equipo del programa lamenta la salida de Schiappacasse pues contribuía a dotar con ironía y mayor agudeza al espacio.
Schiappacasse alcanzó a permanecer en Canal 13 escasos 5 meses, luego que en mayo del 2001 firmara contrato hasta diciembre del 2002.

26 octubre: En el encuentro habitual del club de fútbol Colo Colo con la prensa, el entrenador del equipo, Roberto Hernández, insultó y amenazó al periodista Rodrigo Labrín, del diario La Tercera.
De acuerdo a las versiones de varios medios de comunicación, Hernández insultó y amenazó a Labrín sin mediar ninguna provocación. Todo ocurrió momentos antes de comenzar el habitual encuentro del equipo futbolístico con los reporteros previo a cada fecha del Campeonato Nacional de Fútbol.
De acuerdo con el diario La Cuarta, antes de iniciar la conferencia de prensa, Hernández solicitó apagar las grabadoras y las cámaras de todos los periodistas presentes en la sala de prensa del estadio Monumental. Luego de eso y visiblemente descontrolado, el entrenador las emprendió contra Labrín, a quien trató con garabatos y gruesos insultos.
A pesar de que Labrín intentó dialogar con el técnico, éste se levantó de su asiento y amenazó con golpear al reportero, quien en esas circunstancias optó por retirarse del recinto. En señal de solidaridad con Labrín, los periodistas de los diarios El Mercurio, Las Últimas Noticias, La Cuarta, las radios Cooperativa y Agricultura abandonaron la sala.
En declaraciones a radio Cooperativa, Labrín señaló que la reacción de Hernández fue "extraña, porque al margen de las diferencias que tenemos, y que se arrastran desde el tiempo en que dirigía en la U (Universidad de Chile), nunca le falté el respeto. Nunca me habían denostado de esa forma. Me afecta porque uno cumple sus labores profesionales, deben haber muchos errores en nuestra gestión periodística, pero en ningún caso mala intención", indicó Labrín.
El periodista agregó a la radioemisora que en algún momento pensó que el incidente podría haber tomado ribetes aún más graves: "En un momento él se para y me dice que me va a agredir y que si yo no salgo corriendo lo vamos a arreglar de esa manera... ese no es mi interés. Lamento mucho que haya pasado, agradezco a los colegas que se retiraron porque más allá de la agresión que sufrí se denostó al gremio".
Hernández ya había tenido desavenencias con Labrín cuando dirigió al equipo de la Universidad de Chile, hace un par de años. En ese entonces, se molestó por una nota escrita por el periodista que no fue del agrado del técnico. Al parecer, y como fue en su oportunidad cuando dirigía a la U, Hernández estaría molesto por la cobertura que Labrín ha hecho de la campaña de Colo Colo y de su dirección técnica.
El incidente ocurre en momentos en que los directivos del club más popular de Chile tratan de establecer buenas relaciones con los medios de comunicación, en medio de la crisis económica y financiera más severa por la que ha atravesado el club deportivo en años.
Labrín recibió el apoyo del medio donde se desempeña a través de una nota firmada por la dirección del diario. En su edición del sábado 27 de octubre, La Tercera señala que "la prepotente reacción de Roberto Hernández no cayó nada de bien en Colo Colo, especialmente por la política impuesta por Peter Dragicevic, presidente del club. Tanto así que personeros del propio club llamaron para dar explicaciones y señalar que la desequilibrada reacción del entrenador responde a un 'problema personal' con Rodrigo Labrín. Esto último no es cierto: el trabajo del periodista responde a los requerimientos informativos y editoriales del diario La Tercera, cuya dirección respalda absolutamente su desempeño profesional. Si Colo Colo deja pasar reacciones violentas como la de Hernández, difícilmente podrá exigir un comportamiento adecuado de sus barristas".
Rodrigo Labrín egresó de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y se desempeña como reportero de Deportes desde entonces. Además de su labor en La Tercera, previamente trabajó varios años en el suplemento Triunfo del diario La Nación.

29 octubre: Un grupo de dirigentes indígenas golpeó a Pablo Solís, periodista, y a Luis Cáceres, fotógrafo, ambos del diario electrónico El Mostrador (www.elmostrador.cl).
El altercado se produjo en las afueras de las dependencias del Ministerio de Planificación Nacional (Mideplan) en el Paseo Ahumada, una calle peatonal muy concurrida en pleno centro de Santiago. Solís y Cáceres esperaban el término de una reunión entre dirigentes indígenas de la Región Metropolitana y la ministra de Mideplan, organismo del que depende la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi.
Una vez finalizada la reunión, un grupo de esos dirigentes agredió a golpes a Solís y Cáceres. De acuerdo a la versión publicada por El Mostrador, los profesionales fueron atacados por unas 20 personas de etnia mapuche, la mayoría mujeres, quienes además destruyeron una cámara fotográfica digital.
Los golpes contra los reporteros fueron acompañados por reproches de los dirigentes indígenas a los profesionales debido a las informaciones publicadas por El Mostrador sobre un presunto fraude en la entrega de dineros con cargo al Fondo de Desarrollo Indígena (FDI). Esta acusación está siendo investigada tanto al interior de la misma Conadi como en los tribunales de justicia.
El Mostrador ha informado sobre este caso el hecho de que varias organizaciones indígenas fueron beneficiadas con aportes financieros para desarrollar proyectos a pesar de no haber rendido cuentas de proyectos anteriores financiados también por el FDI.
Esta no es la primera acusación de irregularidades que enfrenta la Conadi, organismo público encargado de las políticas de desarrollo y protección de las minorías étnicas chilenas. En el transcurso del año 2001 ha enfrentado varias crisis producto de irregularidades en la compra y venta de tierras para entregar a comunidades indígenas y sobre rendiciones de cuentas respecto de diversos proyectos.
Las agresiones cesaron gracias a la intervención de guardias municipales y de algunos miembros de Carabineros, la policía uniformada chilena.