PORTADA
  
NÚMEROS ANTERIORES
  
QUIÉNES SOMOS
  
CONTACTO
  
OPINIÓN


La difusión del terror

Por Cristian Cabalin


Una de las prácticas más utilizada por los poderosos para mantener su hegemonía es amedrentar a los débiles. En todos los sistemas de poder ocurre lo mismo. Las relaciones internacionales de los países giran en torno a esta premisa. Un experto en la materia es Estados Unidos y su presidente George W. Bush. Su lucha contra el terrorismo no ha terminado y el próximo objetivo es Irak. Al parecer, al mandatario estadounidense no le bastaron los bombardeos a Afganistán y la máquina de guerra sigue su marcha.

Bush declaró, luego del atentado a las Torres Gemelas, que cazaría a Osama Bin Laden, pero no lo consiguió. Ahora necesita una "cabeza" para mostrarla a su pueblo ansioso de venganza. Señaló que el régimen de Sadam Hussein es un peligro para la sociedad civilizada. De este modo, la potencia capitalista se convierte en el paladín del mundo.

Sin embargo, detrás de esta amenaza hay muchas más causas que su absurda lucha contra el terrorismo. Estados Unidos no trepida en declarar otra guerra, a pesar de su participación en todos los conflictos bélicos importantes del siglo XX (guerras mundiales, Vietnam, Golfo Pérsico, entre otros), donde las víctimas civiles han aumentado en un 90% en comparación con el siglo anterior.

Bush arguye que Irak es un riesgo para occidente y que posee armas de destrucción masiva, sin embargo EE.UU. y el resto de las naciones del G8 también las tienen. Entonces, ¿por qué urge un enfrentamiento si Hussein ya permitió el regreso de los inspectores de la ONU?. Según el diario estadounidense Washington Post, el ataque al país árabe se produciría en febrero, con o sin el apoyo internacional. Es decir, Bush está obsesionado y no duda en bombardear a uno de los mayores productores de petróleo.

Ahí radica otra motivación: el aspecto económico. Un conflicto armado no sólo arroja numerosas muertes y atropellos a los derechos humanos, sino también cuantiosas ganancias a la industria bélica del bando vencedor. Estados Unidos lo sabe, ya que después de la Segunda Guerra Mundial se erigió como la primera potencia del mundo, gracias a la ruina de las otras naciones y al enorme desarrollo de su producción militar.

Hoy, la económica estadounidense está estancada y un enfrentamiento posibilitaría su recuperación, pues las especulaciones comerciales generalmente revalorizan el dólar en detrimento de las monedas de los países subdesarrollados. En Chile, la divisa ha llegado a cifras históricas de más de 750 pesos. Así, la inminencia de una guerra propicia el crecimiento de Estados Unidos, con la consiguiente merma de las demás naciones.

La doctrina de seguridad nacional de George Bush es una muestra más de su política terrorista, donde se reserva el derecho a atacar a cualquier país. Pero no es sólo amedrentar militarmente, sino también imponer restricciones políticas y económicas. Amenazó a todas las naciones que voten a favor del juicio a sus soldados, por conculcar derechos humanos, en la Corte Penal Internacional. Además, su gobierno se retiró de la Convención de Kioto, aunque produce el 27% de la contaminación mundial del medio ambiente. También fustigó al reelecto Canciller alemán Gerhard Schoeder. Bush aseguró que lo haría pagar una penitencia, porque en su campaña tuvo un discurso "antiamericano". El mandatario germano sólo manifestó su oposición a un ataque armado sobre Irak.

Los otros intereses son locales, pues en vísperas de las elecciones parlamentarias de noviembre, los republicanos de Bush desean recuperar el terreno perdido últimamente frente a los demócratas. Qué mejor que una guerra para reactivar su economía y elevar su espíritu nacionalista. Y así, demostrar al mundo que a pesar de haber sufrido uno de los atentados terroristas más crueles de la historia, Estados Unidos no tiene ningún respeto por la vida humana y que es el poderoso de siempre con su eterna difusión del terror.

 

POLÍTICA

El nuevo código del trabajo
Flexibilización o distorisión laboral

El Comando Conjunto y el gobierno
El silencioso de los culpables

  

ECONOMÍA

Ha vuelto a la carga
El fantasma de las privatizaciones
  

INTERNACIONAL

Sri Lanka
A la hora de tomar el té

Johannesburgo 2002
A la Cumbre de la Tierra se le subieron los humos

Irak en la mira
El nuevo "imperio del mal"

  

CULTURA

El triunfal regreso de Los Prisioneros
Quieren dineroooo...

La fórmula del Normandie
Dialogar con las películas

 

SOCIEDAD

Chile a un año del 11 de septiembre de 2001
Torres que no se ven, miedo que desconocemos

Salto cualitativo al siglo 21
La nueva identidad de los chilenos

  

DEPORTES

Deportes no tradicionales
Cuchara, cuchillo...

  

ENTREVISTA
La verdad de un mito en la voz de un musulmán
Tras el velo de la mezquita

  
OPINION

Barrios Rojos
¿Y por qué no?

La fuga de los héroes

La mentira del "destape" chileno