Supermercados
El alto costo de tener bajos
precios
Un
negocio que en el pasado se repartía en muchas manos, hoy
en día cuenta con sólo dos grandes competidores. Concentración
que no da tregua ni plazo de término.
Si bien los consumidores se encuentran satisfechos con las grandes
cadenas -dueñas del negocio- resulta incierto que los beneficios
duren para siempre.
Por
Pascale Fuentes y Alvaro Suckel
Inmersos en una guerra para captar sus preferencias, los clientes
deben elegir a diario si desean la tarjeta, el descuento, los puntos
o la oferta del momento. Es así como a la señora Ana
le da lo mismo si es Jumbo o Líder el supermercado donde
compra. Lo que sí le importa es pensar que está comprando
donde más le conviene.
Esta situación puede resultar un tanto cegadora frente al
proceso que están viviendo las grandes cadenas y que amenaza
con restringir la libre competencia y el derecho a elección
de todo consumidor.
D&S, holding de la familia Ibáñez y dueño
de la marca Líder, adquirió el año pasado los
locales de la marca francesa Carrefour. Para no quedar atrás
en el negocio, Horst Paulmann, dueño de los supermercados
Jumbo y Santa Isabel (holding Cencosud), compró la cadena
Las Brisas. Luego de estas adquisiciones, ambos grupos empresariales
se posicionaron como los dos grandes actores de la industria de
los supermercados al dominar más del 54% de las ventas de
dicho sector, según cifras entregadas por la Asociación
Gremial de Supermercados de Chile (Asach).
Una de las estrategias favoritas de estas grandes cadenas es ofrecer
sus productos por el más bajo costo. Con esto se inicia la
llamada “guerra de precios”, que consiste en demostrar
al público-consumidor que la competencia no es capaz de igualar
sus ofertas.
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Stefan
Larenas |
Para el Servicio Nacional del Consumidor lo significativo es determinar
si esta guerra de precios es o no publicidad engañosa. “Esta
guerra no ha cumplido requisitos fundamentales, los que son tener
una comprobación imparcial y tratarse de una muestra representativa.
Además debe estar exenta de elementos que puedan ir en perjuicio
de un competidor directo”, afirmó para CTN Juan Carlos
Luengo, jefe del departamento jurídico del Sernac. “El
consumidor se ve afectado por este tipo de publicidad que no refleja
la realidad”, agregó.
Una preocupación actual
La publicidad engañosa no es lo único que
afecta a los clientes de las grandes cadenas. La señora Ana
por más que busca la leche de su marca preferida no la encuentra.
Es el costo del tipo de relación que tiene el proveedor de
su leche con el supermercado. Una relación en donde la empresa
intermediaria impone las reglas. Ante esta situación –repetida
varias veces- la Fiscalía Nacional Económica ha puesto
el ojo, y por esto ha sancionado a las empresas que hacen uso y
abuso de su poder. Para cumplir mejor esta función a partir
de mayo funcionará el Tribunal para la Defensa de la Libre
Competencia.
Este tribunal permitirá contar con un sistema profesional
y adecuado que resolverá contiendas en materia de abusos
de poder en el mercado. La asesora comunicacional de la Fiscalía,
Karen Calcagno, declaró a CTN que “la entidad tiene
un interés especial en el tema de la concentración,
por ello seguirá en vigencia la Unidad de Control de Fusiones
y Adquisiciones, ya que se estima que la tendencia mundial va hacia
esto, por lo que se debe estar preparado ”. Es así
como este departamento especial trata de actuar e iniciar los análisis,
incluso antes de que se produzcan algunos casos, lo cual da hasta
ahora buenos resultados.
Autorregulación como tregua
Ante la posibilidad que entren en vigencia normativas que limiten
el libre funcionamiento del negocio supermercadista, la Asach propuso
el establecimiento de un código de ética que regule
las relaciones de los supermercados con los trabajadores y proveedores.
Iniciativa que no quiere dejar pasar la Asociación Gremial
de Industrias Proveedoras (AGIP), que quieren participar en la elaboración
de dicho código como una de las partes igualitarias en el
contrato.
En conversación con CTN, Stefan Larenas, presidente de la
Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), se refirió
a este tema. “La practica te hace no creer en la autorregulación.
Si es que realmente fuera capaz la Asach con los proveedores de
crear un marco regulatorio y respetarlo sería optimo. Ahora,
la pregunta es cómo esto logrará estar a favor de
los consumidores”.
En el escenario actual, en donde las grandes cadenas tienen el
poder de la industria, Larenas ve un solo perjudicado: el consumidor.
“La concentración del mercado ha sido históricamente
desfavorable para los consumidores. Lo que está viviendo
hoy el cliente es la ilusión de estar comprando más
barato, lo que a largo plazo significará limitar su poder
de elección, considerado en la ley internacional como derecho
básico del consumidor”.
Cencosud y D&S luchan por la preferencia de la señora
Ana y de otros millones de consumidores a lo largo de todo el país
y para esto no han escatimado en usar cualquier tipo de recursos.
Configurando un panorama concentrado que olvida que una mayor competencia
en el mercado significa mayores beneficios para sus clientes.
Sitios relacionados:
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ODECU
SERNAC
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