Nuevo plan de
transporte urbano
Transantiago: por la razón
o la fuerza
El
proyecto de transporte público propuesto por el gobierno
promete disminuir la contaminación, acortar los tiempos de
viaje y modernizar el sistema.
Sin embargo,
la oposición de los empresarios al plan no se hizo esperar.
Lejos de las discusiones entre el gobierno y los microbuseros, los
usuarios ignoran los reales alcances del proyecto.
Por
Maira Mora y Roberto Escobar
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Tarjeta
Multivía. |
Son las ocho de la mañana y Cristian Rozas
sale de su casa en la comuna de Pudahuel para dirigirse a su trabajo.
Largas dos horas de viaje lo esperan para llegar al lugar de su
destino, un local de reparto de sándwich a domicilio en Las
Condes.
Su viaje lo inicia en la Estrella con Laguna Azul,
donde puede tomar una sola micro para llegar al trabajo (la 230).
Esto le significa cruzar el centro de Santiago, es decir, congestión,
exceso de buses, conducción descuidada y agresiva, aglomeración
de pasajeros, contaminación tanto atmosférica como
acústica y un viaje eterno.
La otra posibilidad es tomar una micro hasta el metro Las Rejas
y cruzar el centro de Santiago por el tren subterráneo hasta
Escuela Militar, para luego tomar nuevamente otra micro que lo deje
en Apoquindo con Cuarto Centenario. Así se ahorra unos 40
minutos de viaje, pero el presupuesto de gastos del mes sube.
Para Rozas esta es una decisión de todos
los días: ahorrar dinero o tiempo. El caos en el transporte
público que afecta tanto a él como a todos los usuarios
del sistema debería llegar a su fin el 28 de mayo del próximo
año. Eso es, por lo menos, lo que promete Transantiago, el
nuevo plan de transporte urbano creado por el gobierno.
Este proyecto traerá múltiples modificaciones
a lo que hoy conocemos como locomoción colectiva. El objetivo
principal es la modernización del sistema, lo cual se logrará
a través de un ordenamiento de los recorridos, una disminución
del número de buses en circulación y un amplio uso
de la tecnología, todo esto enfocado a posibilitar un servicio
más eficiente y una disminución de la contaminación
ambiental.
Por un Santiago más limpio
La contaminación de Santiago siempre ha
sido un tema importante pero nunca bien abordado y menos solucionado.
El transporte genera actualmente 91% de monóxido
de carbono y 48% de material particulado, convirtiéndose
de esta manera en el principal agente contaminante. Si Transantiago
funciona tal como está planeado, el smog debería formar
parte del pasado por varias razones: eliminando la superposición
de recorridos se reducirá el número de buses circulando
y por tanto, la contaminación generada. Además, este
plan contempla estrictas medidas para los buses que estarán
autorizados para funcionar, principalmente relacionadas con la emisión
de gases y la antigüedad de las máquinas, como también
la entrada al servicio de 1.200 buses nuevos.
“Con Transantiago se van a superar todas
las metas del plan de prevención de contaminación
de Santiago. Y la calidad de los buses redunda además en
que hay menor contaminación acústica”, afirmó
para CTN Rodrigo Hollmann, asesor de comunicaciones del Plan Transantiago.
La implementación completa de este proyecto
está estipulada para el 2010, año en que debería
darse la renovación completa de la flota de buses. Adiós
chatarras amarillas.
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La
nueva cara de la locomoción colectiva. |
¿Me lleva por cien?
Quizás una de las mayores preocupaciones
que podrían surgir en los usuarios es el tema de las tarifas.
¿Cuánto subirá el pasaje? ¿Se dispararán
los precios? ¿No más “me lleva por cien”?
“En estos días, tú pagas por
el uso de un medio de transporte, el bus, el metro, el metrobus,
etcétera, con Transantiago, lo que tú pagas es el
acceso a un sistema y eso es lo que te determina el precio. Pero
según nuestras estimaciones el alza de tarifas tendría
que ser marginal”, sostiene Hollmann.
Existirán tarifas diferenciadas según
el servicio que se utilice. Así, habrá una tarifa
troncal, una alimentadora, y una que combine ambas. Para graficar
mejor las cosas, aquí va un ejemplo: si se hace una combinación
alimentador-troncal, y el alimentador cuesta 220 y 300 el troncal,
el usuario pagará el alimentador más una fracción
del troncal, que será algo superior a los 300 pesos, pero
no la suma de 220 más 300. En términos reales, se
espera que la tarifa máxima rodee los 330 pesos, para que
el alza no signifique un impacto demasiado grande en los usuarios.
¿Discriminación?
Transantiago puede parecer un muy buen proyecto.
Sin embargo los microbuseros no están muy contentos con este
plan. Luis Alegría, secretario de la Asociación Gremial
Metropolitana de Transportes de Pasajeros muestra su disgusto al
señalar: “nunca hubo una conversación con nosotros,
sobre esto se ha mentido sistemáticamente. Hemos pedido reuniones
a las autoridades, pero nos mandan a hablar con un oficinista de
tercer orden. Nadie con jerarquía atiende nuestras propuestas”
Aunque acepta el hecho de que se debía realizar
una modernización en el trasporte público, califica
este plan como muy tardío porque Santiago ya se extendió
sin planificación y esto dificultará la implementación
del proyecto.
Según Alegría, Transantiago no tiene ninguna posibilidad
de funcionar, ya que junto con prepararse para la licitación
de recorridos “también nos estamos preparando para
la caída del plan Transantiago, porque nosotros estamos convencidos
de que se cae” señaló a CTN.
Un tema central en el disgusto de los actuales
empresarios es el de los requisitos de la licitación. Primero,
sólo pueden participar en ella las sociedades anónimas
abiertas o cerradas, por lo tanto se excluye a una persona natural,
es decir el actual empresario, dueño sólo de unas
pocas micros.
Otro punto importante es el capital exigido para
participar en la licitación. Las bases exigen por un recorrido
que pase por una de las troncales un capital mínimo de 500
mil UF. Alegría se pregunta: “¿quien puede tener
500 mil UF?”.
Pero los empresarios no se dejan abatir, puesto
que se están preparando para participar de todas formas en
la licitación. “Estamos tratando de montar una empresa,
juntando los capitales de todo el mundo, hasta la chaucha estamos
poniendo”, todo esto asesorados por un equipo de cuatro abogados.
En forma paralela, sigue adelante un recurso de
protección que interpuso el Consejo Superior de Transporte
de Santiago en marzo pasado en contra del plan Transantiago, y además
está fijada una movilización de los gremios para el
17 de mayo. Según los microbuseros, el proyecto impone bases
arbitrarias en el proceso de licitación, situación
que dejaría a la mayoría de ellos sin posibilidades
de continuar en el rubro.
Mientras exista este debate entre los microbuseros
y el gobierno, Rozas, nuestro repartidor de sandwich, evalúa
la posibilidad de cambiarse de casa a un lugar más cercano
que le permita reducir el tiempo de viaje y economizar en transporte,
desconociendo lo esencial del Transantiago, del cual señala:
“Parece que arregla la locomoción, las micros serán
más rápidas y habrá menos tacos”.
Cómo funciona Transantiago
El esquema básico consiste en dividir la ciudad
en ejes troncales (que son los grandes ejes viales) y áreas
alimentadoras, lo que terminará con los recorridos
actuales que atraviesan la ciudad de un extremo a otro.
La idea es que los buses alimentadores o locales provean
de pasajeros al metro y los buses troncales, formando una
red integrada de los medios de transporte, donde la tarjeta
multivía se convertirá en el medio de pago
universal. Este nuevo sistema implicará para los
usuarios realizar un mayor número de transbordos
para trasladarse de un punto a otro de la ciudad. |
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