Corría el año 1904. En la ciudad de Beitjala, Ilwa
Hacle lloraba mientras empacaba las pocas pertenencias que el largo
viaje en barco permitía. Resignada ya a abandonar a su familia,
su tierra y patria, Ilwa se preparaba para cruzar el océano
junto a su esposo Bernaba y su pequeña hija Constancia. El
destino: Chile, un pequeño país sudamericano que presentaba
condiciones auspiciosas para los palestinos cristianos, una minoría
dentro del mundo musulmán.
Ilwa forma parte de los miles de árabes que cambiaron
sus túnicas por “trajes a la europea” y se
embarcaron rumbo a América, a partir de 1860. En la misma
época en que 50 millones de almas escapaban de Europa al
nuevo continente, los palestinos se sumaban al gran desplazamiento
humano. Llegaban con lo puesto. A lo desconocido. A la aventura.
Hoy en Chile los descendientes de esa generación suman
alrededor de 300 mil. No existe una cifra exacta, pero sí
un récord que todos repiten: es la comunidad palestina
más grande fuera del mundo árabe.
En Beitjala o en Belén se sabe más de Chile de
lo que el santiaguino promedio conoce de Medio Oriente. Y es que
muchísimos de allá tienen familia acá, a
20 mil kilómetros de distancia. Tíos, primos y sobrinos
lejanos, conforman una colonia alejada de las armas, la ocupación
israelí y las Intifadas.
Pero la distancia no disminuye la fuerza con que tira la sangre.
Entonces, ¿Qué hacen estos palestinos para ayudar
a los que se quedaron allá? ¿Qué influencias
pueden ejercer en Chile para defenderse de la ocupación
israelí?
Un montón de gente
Hernán Riadi Abusleme, arquitecto de profesión
y ex secretario general de la Federación Palestina, entregó
a CTN su visión acerca de este problema. Para Riadi, “Los
palestinos en Chile no representan absolutamente nada. Representan
un montón de gente, que vino de allá, con una cultura
ajena a la presente que se está asimilando de a poco, y
que incluso en su mayoría no comulga completamente con
lo que pasa allá, por una razón muy simple: son
cristianos”.
Sin duda, gran parte de los inmigrantes originarios pertenecían
al reducido círculo de palestinos ortodoxos que entablaron
un mayor contacto con el mundo occidental que sus coterráneos
musulmanes, desarrollando, de esta manera, la idea de emigrar
a América para mejorar sus condiciones de vida.
Según Hernán Riadi, este es un factor primordial
a la hora de entender la débil influencia que posee el
grupo palestino sobre la posición política del gobierno
chileno ante Naciones Unidas. Riadi explica a CTN que: “Los
medios internacionales han puesto el conflicto como generado y
mantenido por los musulmanes. Entonces los cristianos se sienten
sin culpa”. Poco involucrados e indolentes.
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Un segundo factor –y no menos importante– es el carácter
esencial del conflicto entre Palestina e Israel. Para Riadi, la
disputa representa el enfrentamiento entre Oriente y Occidente.
Israel sería una especie de “sucursal“ de occidente,
que sirve a los intereses del país más poderoso
del mundo: Estados Unidos. “En el mundo de hoy, la desigualdad
en términos de fuerza es grande: Estados Unidos en este
momento gasta el 45% del presupuesto mundial en armas, es el único
fabricante exclusivo de la moneda con que el mundo comercia, el
único país del mundo que puede endeudarse y fabricar
moneda para pagar su deuda”. En cambio, Chile es un país
relativamente pobre y en vías de desarrollo, que sin duda
no tiene un peso decisivo en el concierto internacional.
Sin embargo, le otorga un valor a las asociaciones que están
a favor de la causa palestina que, sin poseer un peso político
específico, tienen un “sentir” común.
En la visión de Riadi: “El grupo de palestinos que
hay aquí, o en cualquier otra parte del mundo, tiene sentimientos,
como los que tienen los grupos humanos en cualquier parte. Yo
he conocido chilenos que tienen sentimientos pro palestinos mas
fuertes que muchos palestinos”. Así, arriba a una
conclusión: “Nosotros somos chilenos de origen palestino
y como tales, estamos haciendo lo posible por crear conciencia
chilena de lo que ocurre allá. Y estamos en mejores condiciones
de hacerlo porque estamos más vinculados y sabemos mejor
lo que ocurre allá. Eso es todo.”
La Intifada Informativa
Sin duda, las nuevas generaciones de descendientes palestinos
se han esforzado por despertar conciencias y crear lazos de apoyo.
Tal es el caso de la Unión General de Estudiantes Palestinos
(UGEP).
A finales de los años ‘40, Yasser Arafat era un
estudiante de Ingeniería y de Idiomas en El Cairo, Egipto.
Ahí fue que comenzó una intensa vida política
que lo convertiría en el líder palestino que es
hoy. En 1959 fundó oficialmente la primera UGEP, junto
a Abu Yihad y otros, que llegó a tener más de cien
homólogas alrededor del mundo, con más de cien mil
estudiantes.
La UGEP o GUPS (General Union of Palestine Students) como se
le conoce internacionalmente, es una organización sin fines
de lucro, que está dentro de los conglomerados populares
de la OLP (Organización para la Liberación Palestina),
y que tiene por objetivo reunir a los estudiantes palestinos que
estén fuera de su tierra, en la diáspora o exilio,
y realizar una lucha desde afuera por la libertad y soberanía
del pueblo palestino en su tierra, y por el freno del sionismo
como forma de racismo.
Actualmente existen varias sedes de la UGEP a lo largo de Chile,
que incluyen estudiantes universitarios y secundarios que muy
acogedoramente, entre todos, se tratan de “primos”.
En la sede de Santiago se reúnen todos los viernes para
discutir las noticias del día, y para planificar las actividades
o las manifestaciones pacíficas que seguirán. Ellos
hacen hincapié en lo pacífico, ya son contrarios
a la violencia. Su Intifada no consiste en tirar piedras, sino
conseguir que el gobierno chileno tenga una posición más
favorable a los palestinos de lo que ha demostrado hasta ahora.
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El vicepresidente de relaciones internas de la UGEP santiaguina,
Mauricio Amar conversó con CNT y explicó que el
trabajo de esta organización es más o menos el mismo
en todas las GUPS del mundo: “Consiste básicamente
en informar a la población sobre la causa palestina haciendo
charlas o debates en distintos establecimientos, semanas culturales,
repartiendo volantes, actualizando periódicamente su página
web y exponiendo en cada oportunidad que se les presenta la legitimidad
del Estado Palestino y de la política de Estado terrorista
que perpetra Israel” (ver recuadro 1). Además manifestó
que es necesario ser “el contrapeso intelectual de las Juventudes
Sionistas y Juventudes Judías, que están muy organizadas
en nuestro país”.
El Otro Frente de Batalla
Las GUPS del mundo intentan detener las masacres de palestinos
y crear conciencia de que no es posible que por tres abstenciones
-de Estados Unidos, Israel y Micronesia- la Organización
de las Naciones Unidas todavía no pueda aprobar una resolución
contra de Israel. Ellos creen en una ocupación del territorio
palestino por parte de los israelitas, y tratan de recuperar lo
que sienten que es y siempre fue de ellos.
Rafael Riadi, quien fue secretario general de esta organización
el año pasado, cree que la existencia de las UGEP en el
mundo siempre está fuertemente vigilada por los judíos.
En febrero recibieron la visita de Tarek Arar, el presidente de
la GUPS de Francia, quien contó que en ese país
la ley no les impide reunirse, sin embargo suelen hacerlo en cafés
o bares, porque reciben agresiones de un grupo judío que
se llama Betar, que los golpea con cadenas y bolsas con llaves.
En una oportunidad dejaron a un palestino completamente ciego.
Pero también reconoce que “la UGEP, al menos en
Chile, tiene buenas relaciones con grupos judíos anti sionistas
como por ejemplo Natura y Carta, y rabinos anti sionistas”.
Según Rafael Riadi, la población latinoamericana
es mucho más afín a la causa palestina que la europea
y estadounidense. Explica que los “europeos probablemente
aún tienen el ‘trauma’ del holocausto, además
de recibir la propaganda pro-judía de Hollywood y las informaciones
altamente sesgadas a través de la prensa”.
La UGEP, si bien no tiene un peso político importante
en nuestro país, participa de otras organizaciones sociales
como por ejemplo el Foro Social Chileno, organizaciones anti nazi
y el Foro Social Mapuche. Su trabajo de información viene
a completar la labor de otras organizaciones palestinas nacionales,
como por ejemplo la AJPP (Asociación de Juventudes Palestinas)
y la Fundación Palestina Belén 2000 Chile con su
revista mensual: Al Damir (A Conciencia).
FRASES CONTROVERSIALES
"¿De qué sirve un alto nivel de
alfabetización (en EEUU) para descubrir, por ejemplo,
que uno está enviando helicópteros de ataque
a Israel para atacar concentraciones de civiles? No, no
le sirve para nada porque usted no lo puede leer en ninguna
parte, excepto en la literatura disidente que es eficientemente
marginada.”
Noam Chomsky (lingüista estadounidense),
“Perspectivas de paz en el Oriente Próximo”.
“Debemos hacer sonar todas las campanas del
mundo para decir que lo que está ocurriendo en
Palestina es un crimen que debe ser detenido (…)
los palestinos son víctimas de crímenes
contra la humanidad cometidos por el gobierno de Israel
con el aplauso de su pueblo (…) Lo que está
ocurriendo en Palestina es un crimen que podemos comparar
con lo que ocurrió en Auschwitz.”
José Saramago (periodista y escritor
portugués, premio Nóbel de Literatura en
1998), en una visita a Ramallah como parte del Parlamento
Internacional de Escritores (PIE).
“Combatir el terrorismo no da carta blanca para
matar civiles.”
Terje Roed-Larsen (jefe de la misión
de las Naciones Unidas en Jerusalén en 2002) a
propósito de la destrucción de Jenín
por parte del ejército israelí. En su momento,
hasta el ministro de Relaciones Exteriores de Israel calificó
la operación como “masacre”.
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Sitios relacionados:
Unión General de Estudiantes
Palestinos
Fundación
Palestina
Asociación
de Palestinos en Francia