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POLÍTICA

Palestinos fuera de Palestina
Intifada Sin Límites

Palestina ha sido desde siempre un territorio hostil, invadido innumerables veces. Esta tierra, santa para muchos, está lejos de ofrecer paz y tranquilidad a sus habitantes. Un amor difícil de conquistar, pero que despierta las más intensas pasiones, las de la tierra y de las raíces.

Ese es el amor que sienten los palestinos que, por un motivo u otro, han tenido que abandonarla. Así, desde lugares tan lejanos como Chile, se organizan para crear conciencia sobre la dramática situación palestina y contribuir con su liberación.

Por Antonella Galarce y Andrea Sánchez Riadi



Corría el año 1904. En la ciudad de Beitjala, Ilwa Hacle lloraba mientras empacaba las pocas pertenencias que el largo viaje en barco permitía. Resignada ya a abandonar a su familia, su tierra y patria, Ilwa se preparaba para cruzar el océano junto a su esposo Bernaba y su pequeña hija Constancia. El destino: Chile, un pequeño país sudamericano que presentaba condiciones auspiciosas para los palestinos cristianos, una minoría dentro del mundo musulmán.

Ilwa forma parte de los miles de árabes que cambiaron sus túnicas por “trajes a la europea” y se embarcaron rumbo a América, a partir de 1860. En la misma época en que 50 millones de almas escapaban de Europa al nuevo continente, los palestinos se sumaban al gran desplazamiento humano. Llegaban con lo puesto. A lo desconocido. A la aventura. Hoy en Chile los descendientes de esa generación suman alrededor de 300 mil. No existe una cifra exacta, pero sí un récord que todos repiten: es la comunidad palestina más grande fuera del mundo árabe.

En Beitjala o en Belén se sabe más de Chile de lo que el santiaguino promedio conoce de Medio Oriente. Y es que muchísimos de allá tienen familia acá, a 20 mil kilómetros de distancia. Tíos, primos y sobrinos lejanos, conforman una colonia alejada de las armas, la ocupación israelí y las Intifadas.

Pero la distancia no disminuye la fuerza con que tira la sangre. Entonces, ¿Qué hacen estos palestinos para ayudar a los que se quedaron allá? ¿Qué influencias pueden ejercer en Chile para defenderse de la ocupación israelí?

Un montón de gente
Hernán Riadi Abusleme, arquitecto de profesión y ex secretario general de la Federación Palestina, entregó a CTN su visión acerca de este problema. Para Riadi, “Los palestinos en Chile no representan absolutamente nada. Representan un montón de gente, que vino de allá, con una cultura ajena a la presente que se está asimilando de a poco, y que incluso en su mayoría no comulga completamente con lo que pasa allá, por una razón muy simple: son cristianos”.

Sin duda, gran parte de los inmigrantes originarios pertenecían al reducido círculo de palestinos ortodoxos que entablaron un mayor contacto con el mundo occidental que sus coterráneos musulmanes, desarrollando, de esta manera, la idea de emigrar a América para mejorar sus condiciones de vida.

Según Hernán Riadi, este es un factor primordial a la hora de entender la débil influencia que posee el grupo palestino sobre la posición política del gobierno chileno ante Naciones Unidas. Riadi explica a CTN que: “Los medios internacionales han puesto el conflicto como generado y mantenido por los musulmanes. Entonces los cristianos se sienten sin culpa”. Poco involucrados e indolentes.

Un segundo factor –y no menos importante– es el carácter esencial del conflicto entre Palestina e Israel. Para Riadi, la disputa representa el enfrentamiento entre Oriente y Occidente. Israel sería una especie de “sucursal“ de occidente, que sirve a los intereses del país más poderoso del mundo: Estados Unidos. “En el mundo de hoy, la desigualdad en términos de fuerza es grande: Estados Unidos en este momento gasta el 45% del presupuesto mundial en armas, es el único fabricante exclusivo de la moneda con que el mundo comercia, el único país del mundo que puede endeudarse y fabricar moneda para pagar su deuda”. En cambio, Chile es un país relativamente pobre y en vías de desarrollo, que sin duda no tiene un peso decisivo en el concierto internacional.

Sin embargo, le otorga un valor a las asociaciones que están a favor de la causa palestina que, sin poseer un peso político específico, tienen un “sentir” común. En la visión de Riadi: “El grupo de palestinos que hay aquí, o en cualquier otra parte del mundo, tiene sentimientos, como los que tienen los grupos humanos en cualquier parte. Yo he conocido chilenos que tienen sentimientos pro palestinos mas fuertes que muchos palestinos”. Así, arriba a una conclusión: “Nosotros somos chilenos de origen palestino y como tales, estamos haciendo lo posible por crear conciencia chilena de lo que ocurre allá. Y estamos en mejores condiciones de hacerlo porque estamos más vinculados y sabemos mejor lo que ocurre allá. Eso es todo.”

La Intifada Informativa
Sin duda, las nuevas generaciones de descendientes palestinos se han esforzado por despertar conciencias y crear lazos de apoyo. Tal es el caso de la Unión General de Estudiantes Palestinos (UGEP).

A finales de los años ‘40, Yasser Arafat era un estudiante de Ingeniería y de Idiomas en El Cairo, Egipto. Ahí fue que comenzó una intensa vida política que lo convertiría en el líder palestino que es hoy. En 1959 fundó oficialmente la primera UGEP, junto a Abu Yihad y otros, que llegó a tener más de cien homólogas alrededor del mundo, con más de cien mil estudiantes.

La UGEP o GUPS (General Union of Palestine Students) como se le conoce internacionalmente, es una organización sin fines de lucro, que está dentro de los conglomerados populares de la OLP (Organización para la Liberación Palestina), y que tiene por objetivo reunir a los estudiantes palestinos que estén fuera de su tierra, en la diáspora o exilio, y realizar una lucha desde afuera por la libertad y soberanía del pueblo palestino en su tierra, y por el freno del sionismo como forma de racismo.

Actualmente existen varias sedes de la UGEP a lo largo de Chile, que incluyen estudiantes universitarios y secundarios que muy acogedoramente, entre todos, se tratan de “primos”. En la sede de Santiago se reúnen todos los viernes para discutir las noticias del día, y para planificar las actividades o las manifestaciones pacíficas que seguirán. Ellos hacen hincapié en lo pacífico, ya son contrarios a la violencia. Su Intifada no consiste en tirar piedras, sino conseguir que el gobierno chileno tenga una posición más favorable a los palestinos de lo que ha demostrado hasta ahora.

El vicepresidente de relaciones internas de la UGEP santiaguina, Mauricio Amar conversó con CNT y explicó que el trabajo de esta organización es más o menos el mismo en todas las GUPS del mundo: “Consiste básicamente en informar a la población sobre la causa palestina haciendo charlas o debates en distintos establecimientos, semanas culturales, repartiendo volantes, actualizando periódicamente su página web y exponiendo en cada oportunidad que se les presenta la legitimidad del Estado Palestino y de la política de Estado terrorista que perpetra Israel” (ver recuadro 1). Además manifestó que es necesario ser “el contrapeso intelectual de las Juventudes Sionistas y Juventudes Judías, que están muy organizadas en nuestro país”.

El Otro Frente de Batalla
Las GUPS del mundo intentan detener las masacres de palestinos y crear conciencia de que no es posible que por tres abstenciones -de Estados Unidos, Israel y Micronesia- la Organización de las Naciones Unidas todavía no pueda aprobar una resolución contra de Israel. Ellos creen en una ocupación del territorio palestino por parte de los israelitas, y tratan de recuperar lo que sienten que es y siempre fue de ellos.

Rafael Riadi, quien fue secretario general de esta organización el año pasado, cree que la existencia de las UGEP en el mundo siempre está fuertemente vigilada por los judíos. En febrero recibieron la visita de Tarek Arar, el presidente de la GUPS de Francia, quien contó que en ese país la ley no les impide reunirse, sin embargo suelen hacerlo en cafés o bares, porque reciben agresiones de un grupo judío que se llama Betar, que los golpea con cadenas y bolsas con llaves. En una oportunidad dejaron a un palestino completamente ciego.

Pero también reconoce que “la UGEP, al menos en Chile, tiene buenas relaciones con grupos judíos anti sionistas como por ejemplo Natura y Carta, y rabinos anti sionistas”. Según Rafael Riadi, la población latinoamericana es mucho más afín a la causa palestina que la europea y estadounidense. Explica que los “europeos probablemente aún tienen el ‘trauma’ del holocausto, además de recibir la propaganda pro-judía de Hollywood y las informaciones altamente sesgadas a través de la prensa”.

La UGEP, si bien no tiene un peso político importante en nuestro país, participa de otras organizaciones sociales como por ejemplo el Foro Social Chileno, organizaciones anti nazi y el Foro Social Mapuche. Su trabajo de información viene a completar la labor de otras organizaciones palestinas nacionales, como por ejemplo la AJPP (Asociación de Juventudes Palestinas) y la Fundación Palestina Belén 2000 Chile con su revista mensual: Al Damir (A Conciencia).

FRASES CONTROVERSIALES

"¿De qué sirve un alto nivel de alfabetización (en EEUU) para descubrir, por ejemplo, que uno está enviando helicópteros de ataque a Israel para atacar concentraciones de civiles? No, no le sirve para nada porque usted no lo puede leer en ninguna parte, excepto en la literatura disidente que es eficientemente marginada.”
Noam Chomsky (lingüista estadounidense), “Perspectivas de paz en el Oriente Próximo”.

“Debemos hacer sonar todas las campanas del mundo para decir que lo que está ocurriendo en Palestina es un crimen que debe ser detenido (…) los palestinos son víctimas de crímenes contra la humanidad cometidos por el gobierno de Israel con el aplauso de su pueblo (…) Lo que está ocurriendo en Palestina es un crimen que podemos comparar con lo que ocurrió en Auschwitz.”
José Saramago (periodista y escritor portugués, premio Nóbel de Literatura en 1998), en una visita a Ramallah como parte del Parlamento Internacional de Escritores (PIE).

“Combatir el terrorismo no da carta blanca para matar civiles.”
Terje Roed-Larsen (jefe de la misión de las Naciones Unidas en Jerusalén en 2002) a propósito de la destrucción de Jenín por parte del ejército israelí. En su momento, hasta el ministro de Relaciones Exteriores de Israel calificó la operación como “masacre”.

Sitios relacionados:
Unión General de Estudiantes Palestinos
Fundación Palestina
Asociación de Palestinos en Francia

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