Migraciones:
Ecuador home alone!
Si va a
El Oro o Loja en el sur de Ecuador, no se preocupe si no ve mucha
gente: esos pueblos están quedando vacíos. Desde 1995,
y de forma apreciable, los ecuatorianos están dejando su
país en busca de mejores expectativas económicas.
Los principales puntos de emigración son, en Europa, España
y Alemania, y en Norteamérica, Canadá y Estados Unidos.
Por
Cristián Contardo Douglas y Andrea Peña Aguirre
Para Paulina no fue difícil radicarse en
Europa. Con pasaporte suizo y la mayoría de edad cumplida,
la posibilidad de estudiar fuera de Ecuador se le presentó
mucho más fácil que a las miles de personas que, día
a día, dejan su patria en busca de un mejor destino.
La travesía ilegal hacia Estados Unidos fácilmente
puede costar ocho mil dólares o más por persona. Se
puede hacer por distintos medios y vías, pero pocos se arriesgan
de manera independiente. Hay toda una industria de "coyoteros"
—que llevan a los inmigrantes al extranjero— y de "chacueros"
—que les prestan el dinero para irse—. Muchas veces
el anhelo termina en tragedia y los emigrantes acaban explotados,
violados y heridos o pierden la vida en el intento. A pesar de eso,
para la mayoría, el hambre es más fuerte que el miedo.
"En Ecuador ya no se puede vivir", comenta Paulina Jacques,
estudiante de Hotelería en Le Bauvert, Suiza. "La pobreza
se nota en todas las esquinas; muchas tiendas han tenido que cerrar,
porque la gente no tiene dinero para gastar en otra cosa que no
sea comida". Las cifras oficiales confirman lo que relata Paulina:
en el 2003 la tasa de desempleo oficial alcanzaba de un 17%, con
un 62% de la población viviendo por debajo del umbral de
pobreza.
En un país lleno de riquezas naturales, estos porcentajes
no son producto de un hado fatalista. En los últimos veinte
años, los ecuatorianos han visto pasar nueve presidentes
diferentes por el palacio de gobierno. También han sostenido
dos guerras con Perú; tres levantamientos indígenas
de importancia (el último le costó el cargo al presidente
Jamil Mahuad), han firmado casi una decena de acuerdos con el Fondo
Monetario Internacional (FMI), han dolarizado su economía
y han debido someterse a otros tantos experimentos de ajustes económicos
que sólo han logrado acrecentar los problemas sociales.
Todo esta negligencia política ha llevado a que el pueblo
disconforme busque en el exterior lo que no es capaz de encontrar
en su país...y se están yendo, pues no soportan la
privación económica y social, la escasez de fuentes
de trabajo, la falta de opciones para la superación profesional
y el deficiente estilo de vida.
Ver ecuatorianos en el aeropuerto internacional de Baraja en Madrid,
no es ninguna novedad. Al 31 de marzo de 2001 había, en la
capital española, aproximadamente 68 mil 700 empadronados
y solamente dos meses después este número sobrepasaba
los 72 mil.
Anualmente se van más de 400 mil ecuatorianos al exterior,
sumándose a los dos millones que ya existen regados por el
mundo. De continuar esta tendencia en un par de décadas Ecuador
se podría quedar con solo la mitad de su población
de doce millones de personas a 1999.
Las ventajas de la migración son evidentes. Un ciudadano
promedio, que gana cinco dólares al día de salario
mínimo en Ecuador, ganaría esas misma cantidad en
menos de una hora en el exterior. Así obtiene el dinero necesario
para su subsistencia afuera y para enviar otro tanto a sus familiares
en el país de origen.
La cantidad de dinero que los ecuatorianos del exterior enviaron
a su país en el año 2001, asciende a más de
mil 400 millones de dólares, superando la suma de las exportaciones
de banano, camarón, atún y cacao. Se calcula que estas
remesas son gastadas en más de un 60% en gastos básicos
como alimentos, medicinas y arriendo de viviendas.
En la embajada de Ecuador en Santiago son prudentes a la hora de
comentar la situación, pues la extrema condición del
país en innegable. El gobierno de Lucio Gutiérrez
es consciente de la realidad y se preocupa de la creación
de una agencia que proteja los intereses de los emigrantes, tales
como la correcta identificación, la facilitación del
envío de remesas y la vigilancia de las redes de tráfico
de personas. Pero la seguridad de los que se fueron no mejora el
estado de los que se quedan.
La situación es adversa para los ecuatorianos. El país
no tiene fe en sus gobernantes y solamente los militares y la iglesia
Católica goza de cierta credibilidad. Así, para ellos
seguirá siendo más fácil huir en busca de un
futuro que hacerse responsables de su historia.
Presidentes Ecuatorianos desde 1992:
1. Arq. Sixto Duran Ballen Cordovez: 10 de agosto de
1992 al 10 de agosto de 1996.
2. Abogado Abdala Bucaram Ortiz: 10 de agosto 1996 a
6 de febrero de 1997
3. Interinazgo Del Dr. Fabián Alarcon Rivera:
11 de febrero de 1997 al 10 de agosto de 1998.
4 . Dr. Jamil Mahuad: 10 de agosto de 1998 al 21 de enero
del año 2000.
5 . Dr. Gustavo Noboa Bejarano: 22 enero del 2000 hasta
15 de enero 2003
6. Ing. Lucio Gutiérrez Borbúa: Desde 15
enero del 2003
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