Con una propuesta descentralizadora
arremetieron dos parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente
en la oficina del Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. Todo
sea por la reactivación económica.
El senador Hernán Larraín
y el diputado Juan Antonio Coloma propusieron dos medidas para impulsar
el desarrollo regional y descentralizar la acción de los municipios.
Ambas, dijeron, acordes con el "espíritu" del mensaje presidencial
del 21 de mayo en torno a despolitizar la discusión económica.
Primero, plantearon
la supresión del impuesto de primera categoría, que grava el 15%
de las utilidades, a las empresas que se instalen en regiones, excluyendo
obviamente a la Región Metropolitana. La idea es que, al verse libres
de ese pago, reinviertan los recursos en la misma empresa, incentivando
de esta manera, a un mayor ahorro, por ejemplo, o capitalizaciones
que, en el corto plazo, se traducirían en un aumento de fuentes
de trabajo y una prosperidad local significativa.
El segundo punto, se
refiere a las contribuciones, derechos y permisos que los municipios
tiene como fuente de ingreso por los diferentes cobros que realizan,
de acuerdo a lo establecido por la ley (de bienes raíces, patentes
comerciales y otras).
Los parlamentarios
proponen que las municipalidades queden autorizadas para anular
esos cobros durante períodos de tiempo no superiores a 10 años,
como una forma de estimular la inversión privada, nacional o extranjera
en su ámbito. Complementario a esto, se añade que los terrenos municipales
que se determinen utilizados de un modo insatisfactorio, puedan
ser entregados en comodato por períodos largos de tiempo, a empresas
existentes o que se instalen en esas comunas, en parques industriales
o en otras modalidades que se puedan generar, todas libres de impuestos.
La dupla Larraín - Coloma
está convencida de que este proyecto, acabará con el "circulo vicioso",
que se provoca al haber mayor oportunidades en la capital: la migración
generada por la idea de que la capital concentra las ofertas laborales
del trabajo, provoca un aumento poblacional que exige mayores inversiones
en servicios públicos, sobretodo de transporte e infraestructura
(viviendas); e incentiva la utilización de suelos agrícolas en el
asentamiento de los proyectos inmobiliarios, ubicados hacia los
sectores periféricos. Una ciudad que se expande a un ritmo acelerado,
acapara las inversiones tanto públicas como privadas, situación
que no ayuda a la descentralización.
Los trabajos que superan
los 1.000 millones de dólares, anunciados recientemente para el
Metro de Santiago, dejan en evidencia el desnivel "capital-regiones"
en dicha materia que se hace patente en el total del PIB nacional,
el cual Santiago supera en un 60%.
Se habla entonces de
una "reactivación descentralizada" que permitirá poner en funcionamiento
a todos los sectores económicamente activos del país. Según los
personeros del ala Derecha, la aplicación conjunta de los instrumentos
enunciados ocasionarían una fuerte dinámica de desarrollo económico
local, reactivando la economía nacional con el efecto descentralizador.
Dichos planeamientos, presentados a fines de mayo al Ministro de
Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, esperan respuesta y reaccionan al
llamado de que hizo el Presidente Ricardo Lagos, a colaborar con
el levantamiento del jaguar, que lleva dormido, más tiempo de lo
esperado
El Imperio Capitalino
Según los análisis de
mayo dados a conocer por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa),
los proyectos de inversión en Chile, superan los 34 mil millones
de dólares, 73,5% impulsado por los particulares y 26,5% por el
sector estatal.
De esta cifra y realizando
un desglose por áreas económicas, US$12. 428 millones pertenecen
a iniciativas actualmente en marcha, US$17.786 millones a proyectos
por ejecutar y US$4.193 millones, a aquellos que se encuentran en
etapa de análisis preliminares. En porcentajes por sector tenemos:
36% en programas de infraestructura, 25% en planificación minera,
18% industria y 21% en sectores varios.
Los estudios presentados
por la Sofofa, indican que las regiones del país poseen el 75% de
la cifra total de proyectos de inversión, quedándose sólo Santiago
con el 27,6%. Desde el punto de vista del capital que se queda en
regiones, el porcentaje no es menor, pero también hay que tener
en cuenta que un cuarto de porcentaje permanece y se acrecienta
- como se ha visto al pasar de los años - en la Región Metropolitana.
De esta manera, se puede
hacer un diagnóstico sin temor a equivocarse: existe una creciente
concentración del desarrollo, favorecido por inversión pública y
privada, nacional y extranjera que se expresa en un fuerte desequilibrio
en el progreso, en términos de oportunidades de trabajo y calidad
de vida para la gente.
Las cifras hablan por
sí solas. Las mayores crisis por desempleo y estancamiento económico
las comparten las regiones I, III, V y VIII., con tasas de desempleo
del orden de 11,4%; 11,3%; 11,1%; y 10,6%, respectivamente.
En términos nacionales,
las cifras de desempleo han aumentado en el primer semestre de este
año y gran parte de los índices productivos, incluyendo los de producción
minera y de construcción, tradicionalmente los que generan más mano
de obra, han disminuido o se mantienen a duras penas. Por dar un
ejemplo el número de edificación de viviendas se desinfló en un
10% (de 33,6% a 23,6%) en 12 meses, afectando a los más necesitados.
No obstante esto último, construcción parece ser el ámbito que más
incentivo tendrá por parte del gobierno y más inversión demandará
de la empresa privada, por lo que se espera una gran recuperación.
Mientras se esperan
señales claras de que el panorama está cambiando, las medidas económicas
aplicadas por el ejecutivo han generado críticas. La reactivación
se ve lenta y la mayor inversión del sector público para generar
alrededor de 150 mil empleos, todavía no muestra un alza significativa
en el consumo, a pesar de que el Banco Central mantenga las tasas
de interés en su nivel más baja en los últimos años.
Las regulaciones existentes
en la actualidad, impiden el desarrollo de la actividad productiva,
encareciendo el crédito, especialmente, para las medianas y pequeña
empresas. En el área del mercado también existes limitaciones para
la entrada y salida de capitales, pero el Proyecto de Reforma al
Mercado de Capitales espera modificar esa situación. Medidas previas
de apertura económica como la derogación de las restricciones cambiarias
por parte del Instituto Emisor y la importancia que el gobierno
a otorgado a la rápida tramitación legislativa de la esperada reforma,
han levantado los ánimos. La reforma flexibilizará el mercado y
acelerará el ritmo de la recuperación, permitiendo al país aumentar
la productividad para mantener una adecuada competencia en el mundo
globalizado.
En este escenario se
enmarca el plan de descentralización económica, presentado por el
senador Hernán Larraín y el diputado Juan Antonio Coloma - que siguiendo
antiguas experiencias internacionales- plantea promover el desarrollo
regional, a través de ciertos incentivos tributarios y del otorgamiento
de nuevas atribuciones a los municipios, para que puedan atraer
la instalación de nuevas empresas y procurar el crecimiento de las
existentes en su ámbito local
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