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Receta de derecha
Ni las medidas económicas ni el discurso presidencial del 21 de mayo han servido para impulsar nuestra decaída economía. Como la esperanza es lo último que se pierde, personeros de derecha dicen conocer la pócima correcta.
por Sebastián Múñoz y Fabiola Samhan.

Con una propuesta descentralizadora arremetieron dos parlamentarios de la Unión Demócrata Independiente en la oficina del Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. Todo sea por la reactivación económica.

El senador Hernán Larraín y el diputado Juan Antonio Coloma propusieron dos medidas para impulsar el desarrollo regional y descentralizar la acción de los municipios. Ambas, dijeron, acordes con el "espíritu" del mensaje presidencial del 21 de mayo en torno a despolitizar la discusión económica.

Primero, plantearon la supresión del impuesto de primera categoría, que grava el 15% de las utilidades, a las empresas que se instalen en regiones, excluyendo obviamente a la Región Metropolitana. La idea es que, al verse libres de ese pago, reinviertan los recursos en la misma empresa, incentivando de esta manera, a un mayor ahorro, por ejemplo, o capitalizaciones que, en el corto plazo, se traducirían en un aumento de fuentes de trabajo y una prosperidad local significativa.

El segundo punto, se refiere a las contribuciones, derechos y permisos que los municipios tiene como fuente de ingreso por los diferentes cobros que realizan, de acuerdo a lo establecido por la ley (de bienes raíces, patentes comerciales y otras).

Los parlamentarios proponen que las municipalidades queden autorizadas para anular esos cobros durante períodos de tiempo no superiores a 10 años, como una forma de estimular la inversión privada, nacional o extranjera en su ámbito. Complementario a esto, se añade que los terrenos municipales que se determinen utilizados de un modo insatisfactorio, puedan ser entregados en comodato por períodos largos de tiempo, a empresas existentes o que se instalen en esas comunas, en parques industriales o en otras modalidades que se puedan generar, todas libres de impuestos.

La dupla Larraín - Coloma está convencida de que este proyecto, acabará con el "circulo vicioso", que se provoca al haber mayor oportunidades en la capital: la migración generada por la idea de que la capital concentra las ofertas laborales del trabajo, provoca un aumento poblacional que exige mayores inversiones en servicios públicos, sobretodo de transporte e infraestructura (viviendas); e incentiva la utilización de suelos agrícolas en el asentamiento de los proyectos inmobiliarios, ubicados hacia los sectores periféricos. Una ciudad que se expande a un ritmo acelerado, acapara las inversiones tanto públicas como privadas, situación que no ayuda a la descentralización.

Los trabajos que superan los 1.000 millones de dólares, anunciados recientemente para el Metro de Santiago, dejan en evidencia el desnivel "capital-regiones" en dicha materia que se hace patente en el total del PIB nacional, el cual Santiago supera en un 60%.

Se habla entonces de una "reactivación descentralizada" que permitirá poner en funcionamiento a todos los sectores económicamente activos del país. Según los personeros del ala Derecha, la aplicación conjunta de los instrumentos enunciados ocasionarían una fuerte dinámica de desarrollo económico local, reactivando la economía nacional con el efecto descentralizador. Dichos planeamientos, presentados a fines de mayo al Ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, esperan respuesta y reaccionan al llamado de que hizo el Presidente Ricardo Lagos, a colaborar con el levantamiento del jaguar, que lleva dormido, más tiempo de lo esperado

El Imperio Capitalino

Según los análisis de mayo dados a conocer por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), los proyectos de inversión en Chile, superan los 34 mil millones de dólares, 73,5% impulsado por los particulares y 26,5% por el sector estatal.

De esta cifra y realizando un desglose por áreas económicas, US$12. 428 millones pertenecen a iniciativas actualmente en marcha, US$17.786 millones a proyectos por ejecutar y US$4.193 millones, a aquellos que se encuentran en etapa de análisis preliminares. En porcentajes por sector tenemos: 36% en programas de infraestructura, 25% en planificación minera, 18% industria y 21% en sectores varios.

Los estudios presentados por la Sofofa, indican que las regiones del país poseen el 75% de la cifra total de proyectos de inversión, quedándose sólo Santiago con el 27,6%. Desde el punto de vista del capital que se queda en regiones, el porcentaje no es menor, pero también hay que tener en cuenta que un cuarto de porcentaje permanece y se acrecienta - como se ha visto al pasar de los años - en la Región Metropolitana.

De esta manera, se puede hacer un diagnóstico sin temor a equivocarse: existe una creciente concentración del desarrollo, favorecido por inversión pública y privada, nacional y extranjera que se expresa en un fuerte desequilibrio en el progreso, en términos de oportunidades de trabajo y calidad de vida para la gente.

Las cifras hablan por sí solas. Las mayores crisis por desempleo y estancamiento económico las comparten las regiones I, III, V y VIII., con tasas de desempleo del orden de 11,4%; 11,3%; 11,1%; y 10,6%, respectivamente.

En términos nacionales, las cifras de desempleo han aumentado en el primer semestre de este año y gran parte de los índices productivos, incluyendo los de producción minera y de construcción, tradicionalmente los que generan más mano de obra, han disminuido o se mantienen a duras penas. Por dar un ejemplo el número de edificación de viviendas se desinfló en un 10% (de 33,6% a 23,6%) en 12 meses, afectando a los más necesitados. No obstante esto último, construcción parece ser el ámbito que más incentivo tendrá por parte del gobierno y más inversión demandará de la empresa privada, por lo que se espera una gran recuperación.

Mientras se esperan señales claras de que el panorama está cambiando, las medidas económicas aplicadas por el ejecutivo han generado críticas. La reactivación se ve lenta y la mayor inversión del sector público para generar alrededor de 150 mil empleos, todavía no muestra un alza significativa en el consumo, a pesar de que el Banco Central mantenga las tasas de interés en su nivel más baja en los últimos años.

Las regulaciones existentes en la actualidad, impiden el desarrollo de la actividad productiva, encareciendo el crédito, especialmente, para las medianas y pequeña empresas. En el área del mercado también existes limitaciones para la entrada y salida de capitales, pero el Proyecto de Reforma al Mercado de Capitales espera modificar esa situación. Medidas previas de apertura económica como la derogación de las restricciones cambiarias por parte del Instituto Emisor y la importancia que el gobierno a otorgado a la rápida tramitación legislativa de la esperada reforma, han levantado los ánimos. La reforma flexibilizará el mercado y acelerará el ritmo de la recuperación, permitiendo al país aumentar la productividad para mantener una adecuada competencia en el mundo globalizado.

En este escenario se enmarca el plan de descentralización económica, presentado por el senador Hernán Larraín y el diputado Juan Antonio Coloma - que siguiendo antiguas experiencias internacionales- plantea promover el desarrollo regional, a través de ciertos incentivos tributarios y del otorgamiento de nuevas atribuciones a los municipios, para que puedan atraer la instalación de nuevas empresas y procurar el crecimiento de las existentes en su ámbito local